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Lecciones marcianas para cuidar la Tierra

Cuando nos embarquemos en la primera expedición tripulada a Marte, no solo estudiaremos ese planeta, también mejoraremos nuestra capacidad de cuidar la Tierra. Enviar científicos a la superficie de otro mundo nos ayudará a reconstruir detalles del clima de la Tierra y su historia geológica, lo que ayudaría a vislumbrar su futuro. Sin embargo, llevar astronautas a Marte no será fácil. Las restricciones de espacio y suministros en el viaje al planeta rojo y las duras condiciones que imperan allí son desafíos que nos obligan a diseñar sistemas que aprovechen al máximo los recursos limitados. Además del conocimiento científico y el desarrollo de nuevas tecnologías, las perspectivas que ganamos al explorar Marte nos permiten expandir nuestro conocimiento de la interconexión de la humanidad y cambiar la forma en que concebimos nuestro propio planeta. Al viajar a Marte no dejaremos atrás la Tierra; nos prepararemos mejor para enfrentar los desafíos en casa.

Marte nos enseñará más sobre la Tierra

Glaciar en Groenlandia
La mayor parte del agua remanente de Marte se encuentra bajo el suelo o congelada en glaciares. Aunque están cubiertos de polvo, la composición de los glaciares marcianos podría ser similar a la de los terrestres.
NASA

Podemos entender mejor los procesos que dieron forma a la Tierra en sus inicios mediante la comparación con procesos similares en otros planetas. Marte, el único planeta al que podremos llevar científicos en el futuro cercano, tiene registros bien conservados de su pasado, lo que lo convierte en una opción sólida para ese segundo punto de datos comparativos. Estos registros también detallan su evolución de un planeta similar a la Tierra hace varios miles de millones de años, con océanos líquidos y una atmósfera densa, hasta el desértico mundo congelado que es hoy, y nos puede brindar una idea de los posibles cursos que seguirá la Tierra en el futuro.

Extracción de núcleos de hielo
Los astronautas serán esenciales para el desarrollo de investigaciones complejas como la extracción de núcleos de hielo en Marte. Como se muestra aquí, la perforación de núcleos de hielo en Groenlandia requiere una participación activa.
Reto Stöckli, NASA GSFC.

Aunque los robots continuarán estando presentes, los astronautas son los más adecuados para liderar el siguiente paso en ciencia marciana. La investigación de los registros y el clima global se beneficiarían de la habilidad humana para aplicar la intuición y experticia a entornos cambiantes y la manipulación de maquinaria compleja. Por ejemplo, podemos acceder al registro de un millón o mil millones de años del clima de Marte mediante la recolección de núcleos de hielo, largos cilindros de hielo que almacenan la historia del planeta en sus capas, así como los anillos de los árboles cuentan su edad. El delicado proceso de extracción y manipulación de estos núcleos de hielo hace que sea una tarea mejor realizada en persona. La presencia humana en otro planeta nos permitirá comprender mejor el pasado, presente y futuro de nuestro planeta natal.

Marte revolucionará nuestro ingenio

Al diseñar sistemas para operar lejos de la Tierra, mejoramos la tecnología para reducir nuestra huella en nuestro planeta. Transportar tripulación y carga a Marte es costoso; requiere vastas cantidades de combustible caro para llegar al espacio y a la superficie marciana. Esto restringe la masa de posibles vehículos de tránsito en Marte y asegura que solo se abastecerán con artículos esenciales. Durante sus meses de viaje, los astronautas deben hacer un consumo consciente de los suministros a bordo a fin de que duren. Esta premisa continuará en la superficie marciana. El ambiente severo y austero de Marte carece de muchos de los recursos esenciales para la vida humana, y no reciclará naturalmente lo que llevemos, como ocurre con los ciclos de agua y carbono de la Tierra. En el medioambiente benigno de la Tierra tenemos el lujo de desechar materiales como alimentos, agua y plásticos y depender de recursos energéticos no renovables. Los astronautas que viajen a Marte no tendrán ese lujo.

Boeing Deep Space Gateway.jpg
Los astronautas que viajen en un vehículo de tránsito de Marte como este tendrán que ser muy conscientes en cómo utilizan, reutilizan y reciclan materiales durante su largo viaje.
Boeing

Si bien el progreso hacia una vida más sostenible en nuestro primer planeta no depende de una misión a Marte, el conocimiento que obtengamos podría beneficiar a la Tierra. Los viajes y la vida en nuestro segundo planeta presentan un desafío de diseño (un entorno hostil combinado con restricciones financieras, espaciales y materiales) que requiere el desarrollo de tecnologías innovadoras. Las soluciones destinadas a Marte pueden impulsar la creación de tecnologías para la Tierra que nos conduzcan a un futuro sostenible y multiplanetario. Por ejemplo, perfeccionaremos los sistemas de soporte vital, como los que reciclan la orina en agua potable y eliminan el CO2 del aire en la Estación Espacial Internacional; aceleraremos el desarrollo de fuentes de energía alternativas, centrándonos en la energía solar y nuclear; e invertiremos en tecnologías de regeneración de plásticos que permitan imprimir equipos y herramientas en 3D a partir de plástico usado, como el de los envases para alimentos.

Paneles solares en 'The Martian'
A veces el arte imita a la vida. Los astronautas en Marte podrían abastecerse de energía a través de granjas solares, similares a las que se presentan en la película "The Martian". Crédits: “The Martian”

Marte expandirá nuestra perspectiva

En general viajar puede abrir tu mente a nuevas ideas. Aventurarse al espacio profundo no será diferente. Hace cincuenta y dos años, los astronautas de Apolo 8 fueron los primeros humanos en observar a nuestra brillante canica azul levantarse sobre el árido horizonte lunar. Habrá momentos similares en nuestra primera misión tripulada a Marte cuando, a medio camino entre los dos planetas, ambos mundos sean poco más que motas coloridas observadas desde las ventanas de la nave. Por ahora solo podemos imaginar cómo la vista desde esta área inexplorada del espacio afectará nuestra perspectiva. Flotar en el vacío negro probablemente nos hará reflexionar sobra la fragilidad de la vida. Quizás reconsideraremos nuestras suposiciones basadas en la Tierra y nuestro lugar en el sistema solar. En última instancia, solo conoceremos el impacto de esa nueva perspectiva una vez la experimentemos.

Esto no es nada nuevo; así como el amanecer de la Tierra inspiró a los astronautas que lo presenciaron en primera fila, las imágenes capturadas contribuyeron al movimiento ambiental en los Estados Unidos. Las fotos del programa Apolo estimularon conversaciones sobre el cuidado de la "Nave Tierra", estas imágenes sirven como un recordatorio de que está compuesta de sistemas interconectados con recursos finitos. Nuestra exploración espacial nos animó a reconocer nuestra dependencia de la naturaleza y de los demás, y nos motivó a actuar como mejores guardianes de la Tierra. Una misión a Marte probablemente amplificaría este efecto.

Amanecer de la Tierra
Tomada durante la primera misión lunar tripulada, esta foto es un icónico recordatorio de lo pequeño y frágil que es nuestro planeta.
NASA

Llevar a los humanos a ese punto de vista traerá cambios a la actitud global incluso antes de que las primeras misiones abandonen la Tierra. Se requerirá un esfuerzo global para llevar una misión tripulada a Marte, a través de la cual aprenderemos a compartir conocimientos, organizar grupos de trabajo multiculturales y aprovechar las fortalezas únicas de cada socio. Las lecciones aprendidas de esta colaboración en misiones tripuladas a Marte sentarán las bases para que la humanidad lleve a cabo otros esfuerzos globales.

Cuando lleguemos a Marte, podremos escudriñar el pasado de la Tierra a través del registro marciano y vislumbraremos más sobre el futuro de nuestro planeta natal. Los desafíos de la misión requerirán de creatividad e ingenio y nos impulsarán a desarrollar tecnologías que beneficiarán a ambos planetas. No tenemos más opción que vivir eficientemente en Marte, y podemos adoptar ese mismo enfoque en la Tierra con miras a un futuro mejor. Con astronautas en camino tendremos una nueva perspectiva sobre nuestro lugar en el sistema solar y sobre la colaboración global, mejorando nuestra capacidad para abordar otros desafíos que enfrente la humanidad. De esta manera, avanzamos con la mirada puesta en ambos planetas.

Texto original publicado en NASA Blog por Richard (Rick) Davis, Laura Ratliff, Logan Brown y Bob Collom