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El primer satélite de Paraguay fue desplegado desde la Estación Espacial Internacional

El 14 de marzo, la Agencia Espacial del Paraguay (AEP) desplegó un satélite desde la Estación Espacial Internacional para ayudar a rastrear un pequeño parásito que causa la enfermedad de Chagas. El satélite, GuaraniSat-1 , es el primero que Paraguay ha desarrollado y puesto en órbita. Aproximadamente 8 millones de personas en México, Centroamérica y Sudamérica tienen la enfermedad de Chagas, que si no se trata puede ser mortal. Los desplazamientos de población a gran escala de áreas rurales a urbanas que se dan en Latinoamérica y otras partes del mundo han incrementado la distribución geográfica de la enfermedad.

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Una vista del satélite, previa a su vuelo, del satélite Guranisat-1 creado por estudiantes de Paraguay como parte del programa BIRDS-4.Crédito: AEP

GuaraniSat-1 es parte del Proyecto Colectivo, Multinacional y Global de Satélites (BIRDS, por su acrónimo en inglés), apoyado por Japón y el Instituto de Tecnología Kyushu o Kyutech. GuaraniSat-1 fue lanzado como un componente de BIRDS-4, el cual también incluye satélites de Japón y de las Filipinas. Lanzamientos anteriores de BIRDS han incluido satélites de Ghana, Bangladesh, Mongolia, Bhutan, Nepal y Sri Lanka.

“El primer satélite de nuestro país marca un momento histórico,” dijo Alejandro Román, gerente del proyecto “Paraguay al Espacio” de la AEP. “Es el primer paso en un largo viaje para traer los beneficios del espacio a Paraguay en áreas como la reducción del riesgo de desastres, agricultura, manejo de recursos naturales, gestión del suelo, y el clima.” Un programa de televisión sobre el proyecto, de tres horas de duración, atrajo a 2,9 millones de televidentes en un país de 7 millones de habitantes, lo que demuestra su poder como herramienta de divulgación sobre los beneficios del espacio y sobre carreras en ciencia, tecnología e ingeniería.

Una de las misiones de los satélites BIRDS-4 es demostrar que se pueden recopilar datos a través de estaciones terrestres en regiones de difícil acceso. En Paraguay, los científicos instalaron sensores para detectar la presencia de triatomino, un insecto también conocido como vincucha o chinche en Paraguay, el cual es portador del parásito que causa la enfermedad de Chagas.

Los datos de los sensores serán transmitidos a través de un nodo central al satélite y serán descargador por una estación en Tierra para crear un mapa del riesgo de la enfermedad. Las autoridades de salud podrán usar este mapa para ayudar a determinar medidas de prevención.

A través de este tipo de proyectos, BIRDS apoya a ingenieros espaciales en países que no realizan vuelos espaciales. “Cualquier país emergente podría pagar el costo del programa,” dijo George Maeda, un profesor adjunto de Kyutech encargado de interacciones internacionales. El principal investigador del programa es el profesor de Kyutech, Mengu Cho.

Los satélites proporcionan un medio para un fin más amplio: capacitar a estudiantes de ingeniería y devolverlos a casa para que puedan enseñar a otros, creando así las bases para un programa espacial sustentable en sus propios países. Los estudiantes de los países participantes viajan a Japón para aprender el proceso completo, desde la planificación de la misión hasta el diseño del hardware, las pruebas, el lanzamiento y las operaciones en órbita.

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Anibal Mendoza, izquierda, y Adolfo Jara, derecha, son los líderes de equipo que desarrolló el satélite de Paraguay para BIRDS-4, en Kyutech.Crédito: AEP

Los estudiantes hacen todo el trabajo, dijo Maeda, con solo una ligera supervisión por parte de Kyutech. “Nunca han diseñado ni construido un satélite, por lo que cometen muchos errores, pero eso es una parte importante del proceso de aprendizaje. No se puede aprender a construir un satélite leyendo libros. Aprenden pasando mucho tiempo en los laboratorios, experimentando y cometiendo errores.” Todo el trabajo del proyecto debe completarse en 24 meses, el tiempo que lleva terminar una maestría en Japón.

Los estudiantes de Paraguay son Adolfo Jara y Aníbal Mendoza. Jara está trabajando en un doctorado y Mendoza en una maestría el ingeniería espacial y electrónica.

“La enfermedad de Chagas afecta a las poblaciones especialmente vulnerables, incluyendo a las comunidades indígenas de la región, lo que representa un problema de salud pública,” dijo Jara. Si bien la misión de satélite es una demostración de tecnología, si logra los resultados esperados, el mapeo de riesgos de salud podrían ser replicados a mayor escala, beneficiando a más comunidades.

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Una asamblea general en una comunidad de Paraguay para explicar los objetivos de BIRDS-4 y firmar un convenio para la colocación de un sensor para el proyecto Guaranisat-1.Crédito: AEP

El satélite también tiene una cámara que toma imágenes desde el espacio. Una unidad de clasificación de imágenes a bordo del satélite usa inteligencia artificial para clasificar imágenes en categorías predeterminadas y elegir aquellas que son adecuadas para descargar, lo que hace que este proyecto sea más rentable. GuaraniSat-1 orbitará hasta por dos años, transmitiendo datos cada 90 segundos a una red de estaciones en cada uno de los países participantes.

AEP planea desarrollar más misiones de satélite, enfocándose en el desarrollo de capacidades. “Hay una ventaja en empezar tarde en el desarrollo espacial,” dijo Román. “Ya hemos aprendido muchas lecciones que podemos aplicar para mejorar y acelerar el desarrollo de nuestro país.”

Un equipo de ingenieros de la AEP y estudiantes de ingeniería están trabajando en un programa llamado Desarrollo de capacidad, investigación e innovación para el espacio (CABURE’I-4S por su acrónimo en inglés) como el próximo paso, dijo Jorge Kurita, director de planificación de la AEP. “Cabure’I” significa búho en el lenguaje indígena guaraní.

“El desarrollo de capacidades locales es un componente esencial de nuestras actividades espaciales,” dijo Kurita. Estudiantes universitarios de todo Paraguay están participando activamente en este viaje emocionante.”

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Despliegue de CubeSats desarrollados por Japón, Nepal y Sri Lanka para el proyecto BIRDS-3. En esta fotografía, la Estación Espacial Internacional orbita a 256 millas sobre el río Amazonas en Brasil.Crédito: NASA

Los países participantes pagan por el entrenamiento de los estudiantes, hardware del satélite y lanzamiento. La estación espacial proporciona una opción de bajo costo para el despliegue de satélites, ayudando a que el programa sea económico. BIRDS-4 usa CubeSats, los cuales son puestos en órbita por el desplegador orbital de satélites pequeños 16, o J-SSOD por sus siglas en inglés, del módulo de experimentos japonés a bordo de la estación espacial. Los satélites verifican el uso de componentes comerciales en el espacio y demuestran un nuevo tipo de celda solar llamada Perovskite. Los datos sobre su desempeño en el espacio ayudarán a evaluar esta tecnología para su uso en futuras misiones espaciales.

“No hay palabras para describir lo emocionante que es para los estudiantes el construir el primer satélite de su país,” dijo Maeda. “Esto lo veo a diario. Es mágico.”