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Antiguas formas de vida en Australia orientarán investigación en Marte

Esta foto muestra una vista amplia de la región australiana de Pilbara, cubierta de vegetación verde claro y salpicada de colinas. Cinco vehículos blancos recorren un camino que atraviesan la imagen en diagonal. El cielo está nublado.
Miembros del programa de Exploración de Marte de la NASA, la Agencia Espacial Europea, la Agencia Espacial Australiana y la Organización para la Investigación Científica e Industrial de la Mancomunidad de Australia se encuentran en la región de Pilbara, al oeste de Australia, para investigar los “estromatolitos”, que son las formas de vida fosilizada más antiguas confirmadas en la Tierra. Estos científicos debaten acerca de la importancia del contexto geológico para elegir los sitios de obtención de muestras y de cómo garantizar la integridad del origen biológico de una muestra, mientras consideran los planes para futuras misiones que traerán muestras de Marte a la Tierra.
NASA/Mike Toillion

En junio de 2023, los directores del programa de Exploración de Marte de la NASA se reunieron con sus homólogos de la Agencia Espacial Australiana, la ESA (Agencia Espacial Europea, por sus siglas en inglés) y la Organización para la Investigación Científica e Industrial de la Mancomunidad de Australia (CSIRO, por sus siglas en inglés) en una expedición de campo que tiene como fin visitar algunas de las pruebas convincentes más antiguas de la vida en la Tierra.

“Esta expedición científica fue una gran oportunidad para que la NASA trabajara con nuestros socios internacionales a fin de estudiar la Tierra en el pasado remoto y su relación con Marte, el cual podría haber tenido un pasado similar”, dijo Eric Ianson, director del programa de Exploración de Marte de la NASA en su sede en Washington. “Cuanto más aprendamos sobre la evolución de nuestro planeta, más podremos aplicar ese conocimiento a nuestra caracterización del planeta rojo”.

Pilbara, en el interior del oeste de Australia, es uno de los pocos lugares del mundo que poseen un registro geológico del pasado remoto de nuestro planeta antiguo. A medida que la comunidad internacional continúa trabajando en conjunto para estudiar Marte, y en preparación para la llegada de las muestras a la Tierra, estos equipos exploraron lo que nuestro propio “patio trasero” puede enseñarnos sobre la búsqueda de vida en otros lugares.

“Lo que estamos viendo aquí en Australia occidental se conoce como estromatolitos”, dijo Mitch Schulte, científico del programa del rover Perseverance, el vehículo explorador de la NASA en Marte, en la sede de esta agencia. “Estos son fósiles ocasionados por capas de microorganismos que vivieron hace unos 3.500 millones de años y cuya presencia fue capturada y preservada en el registro de rocas durante todo este tiempo”.

Debido a los procesos geológicos que remodelan y reciclan continuamente la superficie de la Tierra, es extremadamente difícil que los estromatolitos u otros fósiles se conserven en la Tierra durante largos períodos de tiempo, por lo que solo una fracción de la vida pasada permanece en el registro geológico. En la región de Pilbara, el registro rocoso pudo permanecer intacto durante miles de millones de años, lo que produjo como resultado afloramientos geológicos que coinciden con la misma edad que vemos en gran parte de la superficie de Marte. Esto hace que la región sea un campo de pruebas crítico para que los científicos e ingenieros perfeccionen sus habilidades para identificar señales de vida en medioambientes muy antiguos.

La delegación internacional dedicó la expedición de una semana a Pilbara para considerar las dificultades de localizar evidencia fósil y de qué modo las misiones están utilizando técnicas, incluyendo la realización de mediciones contextuales detalladas, para superar tales desafíos. Los debates se centraron en lo difícil que es encontrar y confirmar señales de vida pasada en rocas muy antiguas, incluso en un planeta como la Tierra, donde se sabe que la vida se ha afianzado.

Esta imagen muestra estromatolitos en forma de 'cartón de huevos' de 3.350 millones de años de antigüedad, en la formación de Strelley Pool en la localidad de Trendall, en el oeste de Australia.
Estromatolitos en forma de 'cartón de huevos' de 3.350 millones de años de antigüedad en la formación de Strelley Pool en la localidad de Trendall, en el oeste de Australia.
NASA/Mike Toillion

“Para poder demostrar que una característica es biogénica, no solo tenemos que ser capaces de demostrar que la vida puede crearla, sino que también debemos ser capaces de demostrar que esa versión en particular de la característica no fue creada por otra cosa”, dijo Lindsay Hays, científica principal adjunta del Programa de Retorno de Muestras de Marte y científica del programa de Astrobiología en la sede de la NASA. “Tenemos que entender qué más está ocurriendo en el registro histórico de la sección de roca para poder entender lo que estamos observando”.

Un tema central del taller de campo fue la importancia del contexto geológico al elegir los sitios de muestreo y, finalmente, para confirmar la integridad del origen biológico de una muestra. Pilbara es el aula perfecta para que los equipos estudien los estromatolitos que han resistido las pruebas del tiempo y del rigor científico y entiendan lo que podrían estar buscando en Marte. El grupo investigó de qué manera el medioambiente en el que se encontraron estos vestigios de vida antigua podría haber sido propicio o desfavorable para que la biología tomara forma.

El rover Perseverance de la NASA ha estado recorriendo el cráter Jezero, el cual contiene un antiguo delta de río, desde el 18 de febrero de 2021, almacenando muestras de roca y regolito que podrían contener señales de vida microbiana antigua de este mismo período, hace 3.000 a 3.500 millones de años. Los ejercicios de esta expedición imitaron lo que Perseverance está haciendo de manera remota, a millones de kilómetros de distancia: identificar muestras en el campo y estudiar el área que las rodea. A medida que se avanza hacia la siguiente fase de la campaña de obtención de muestras del rover, la comunidad internacional puede utilizar la información obtenida sobre la importancia del contexto medioambiental en la Tierra para asegurarnos de que se recojan las muestras más viables científicamente, junto con el contexto apropiado, para realizar las mediciones que abordarán nuestras preguntas científicas más importantes acerca de Marte cuando esas muestras lleguen a la Tierra.

Esta expedición de astrobiología prepara el escenario para una investigación y colaboración continuas, dado que el rover Perseverance de la NASA, el programa ExoMars de la ESA y las misiones de retorno de las muestras de Marte de ambas agencias trabajarán en conjunto para tratar de responder a la antigua pregunta de la humanidad: ¿Estamos solos?

Aprende más (en inglés) sobre el programa de Astrobiología de la NASA: https://astrobiology.nasa.gov/

Tahira Allen
Sede de la NASA, Washington D.C.

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