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Las proliferaciones repentinas de fitoplancton están apareciendo en océanos, mares, golfos, canales y, cada vez más, en lagos.
El Generador operacional de imágenes de tierra (OLI, por sus siglas en inglés) a bordo del satélite Landsat 8 captó esta imagen de una proliferación de algas en el lago Villarrica de Chile el 2 de mayo de 2023. Las observaciones terrestres y el análisis de imágenes satelitales adicionales sugieren que las cianobacterias forman los remolinos de color azul verdoso claro que se observan en la imagen de color natural.
El lago Villarrica, que se encuentra en la ladera del volcán del mismo nombre, atrae a los visitantes con sus pintorescas playas y oportunidades recreativas. El lago está flanqueado por pequeñas ciudades y zonas turísticas en su ribera sur, con zonas agrícolas más alejadas. La escorrentía de la agricultura y los desarrollos urbanos transporta al lago nutrientes como nitrógeno y fósforo. Cuando las poblaciones de cianobacterias microscópicas aumentan en respuesta, las proliferaciones a menudo aparecen en las imágenes de los satélites.
“Las proliferaciones en los lagos de agua dulce están ocurriendo cada vez con más frecuencia”, dijo Lien Rodríguez López, investigadora de ciencias ambientales de la Universidad de San Sebastián, quien estudia los lagos chilenos mediante la teledetección. Es probable que una combinación de calentamiento de las aguas superficiales y escorrentía cargada de nutrientes sea responsable de las proliferaciones más regulares.
En un estudio reciente que utilizó imágenes de Landsat, Rodríguez López estimó la cantidad de clorofila a, un indicador de la proliferación de algas, en el lago Villarrica de 2014 a 2021. Descubrió que, a pesar de la buena calidad general del agua del lago, los valores de la clorofila a se dispararon cerca de la costa y cerca de las ciudades de Villarrica y Pucón. Concluyó que la fuente más importante de nutrientes para estas proliferaciones provenía de la contaminación urbana, aunque la agricultura también pudo haber desempeñado un papel. De hecho, la contaminación es lo suficientemente significativa como para que el lago esté en transición de un estado oligotrófico, con bajos niveles de nutrientes y gran claridad, a uno mesotrófico, con niveles intermedios de nutrientes y productividad biológica, agregó.
Además, el agua más caliente proporciona un ambiente más hospitalario para las algas. Al igual que muchos cuerpos de agua en todo el mundo, el lago Villarrica se ha ido calentando junto con el clima. En otro estudio, Rodríguez López utilizó bandas térmicas del Espectrorradiómetro de imágenes de resolución moderada (MODIS, por sus siglas en inglés) para analizar la temperatura de la superficie de los lagos de montaña chilenos entre 2000 y 2016. Informó tendencias de calentamiento estadísticamente significativas en 12 de los 14 lagos estudiados, incluido Villarrica. La tendencia, escribió, es “consistente con las observaciones del sitio y con una mayor frecuencia de proliferaciones de cianobacterias potencialmente tóxicas en el lago Villarrica”.
Con la ayuda de los esfuerzos de monitoreo del grupo comunitario Vigilantes del Lago, se han documentado proliferaciones en el lago casi todos los veranos australes (enero o febrero) desde 2008. Ocasionalmente, ocurren en el otoño (abril o mayo), como este evento más reciente. Las cianobacterias más comunes que componen estas proliferaciones pertenecen al género Dolichospermum, que puede ser tóxico.
La frecuencia de proliferaciones potencialmente peligrosas se ha convertido en motivo de preocupación en las comunidades locales. Se han unido esfuerzos de científicos ciudadanos para monitorear y proteger estos cambiantes lagos chilenos, y la teledetección podría ofrecer una forma eficiente de complementar el trabajo en tierra que requiere mucha mano de obra. Según Rodríguez López, las imágenes satelitales pueden incluso utilizarse para crear un sistema de alerta temprana con el fin de notificar al público sobre la proliferación de algas y desarrollar políticas destinadas a prevenirlas.
Imágenes del Observatorio de la Tierra de la NASA por Wanmei Liang, utilizando datos de Landsat del Servicio Geológico de Estados Unidos. Reportaje por Lindsey Doermann.
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