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Cuando quedan menos de nueve meses en la cuenta regresiva para su lanzamiento, la misión Europa Clipper de la NASA ha superado un hito importante: sus instrumentos científicos han sido incorporados a la enorme nave espacial, que es ensamblada en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la NASA en el sur de California.
La nave espacial, que será lanzada en octubre desde el Centro Espacial Kennedy en Florida, se dirigirá hacia Europa, la luna cubierta de hielo de Júpiter, donde un océano salado debajo de su superficie congelada podría tener condiciones aptas para la vida. Europa Clipper no aterrizará; en lugar de eso, después de llegar al sistema de Júpiter en 2030, la nave espacial orbitará ese planeta durante cuatro años, realizando 49 sobrevuelos de Europa y utilizando su poderoso conjunto de nueve instrumentos científicos para investigar el potencial de esta luna como un medioambiente habitable.
“Los instrumentos trabajan juntos, mano a mano, para responder a nuestras preguntas más apremiantes acerca de Europa”, dijo Robert Pappalardo, científico del proyecto de esta misión del JPL. “Aprenderemos qué es lo que hace que Europa tenga actividad, desde su núcleo y su interior rocoso hasta su océano y su capa de hielo, su atmósfera muy delgada y el entorno espacial que la rodea”.
El sello distintivo de la investigación científica de Europa Clipper es la manera como todos los instrumentos funcionarán sincronizados mientras recopilan datos para lograr los objetivos científicos de la misión. Durante cada sobrevuelo, el conjunto completo de instrumentos obtendrá mediciones e imágenes que se superpondrán para mostrar la imagen completa de Europa.
“La investigación científica es mejor si obtenemos las observaciones al mismo tiempo”, dijo Pappalardo. “Lo que buscamos es la integración, de modo que en cualquier momento estemos utilizando a la vez todos los instrumentos para estudiar Europa y no haya necesidad de tener que hacer concesiones entre ellos”.
Al estudiar el entorno alrededor de Europa, los científicos aprenderán más acerca del interior de la luna. La nave espacial lleva un magnetómetro para medir el campo magnético alrededor de este satélite. Esos datos serán clave para comprender su océano, porque este campo es creado, o inducido, por la conductividad eléctrica del agua salada del océano a medida que Europa se desplaza a través del fuerte campo magnético de Júpiter. Trabajando en conjunto con el magnetómetro, hay un instrumento que analizará el plasma (las partículas cargadas) que están alrededor de Europa, las cuales pueden distorsionar los campos magnéticos. Juntos, garantizarán las mediciones más precisas posibles.
Lo que la misión descubra sobre la atmósfera de Europa también aportará información acerca de la superficie y el interior de la luna. Aunque la atmósfera es muy tenue, con apenas una cienmilmillonésima de la presión que tiene la atmósfera de la Tierra, los científicos esperan que contenga abundantes pistas sobre la luna. Los investigadores tienen evidencia obtenida con telescopios espaciales y terrestres de que podría haber columnas de vapor de agua saliendo de debajo de la superficie de la luna, y las observaciones de misiones anteriores sugieren que partículas de hielo y polvo están siendo expulsadas al espacio por el impacto de micrometeoritos.
Tres instrumentos ayudarán a investigar la atmósfera y las partículas que contiene: un espectrómetro de masas analizará los gases, un analizador del polvo de la superficie examinará el polvo y un espectrógrafo recogerá la luz ultravioleta para buscar las columnas de vapor e identificar cómo cambian las propiedades de esta atmósfera dinámica con el tiempo.
Mientras tanto, las cámaras de Europa Clipper tomarán imágenes de gran angular y de ángulo estrecho de la superficie, proporcionando el primer mapa global de alta resolución de Europa. Las imágenes estereoscópicas en color revelarán cualquier cambio en la superficie debido a la actividad geológica. Un generador de imágenes aparte para medir las temperaturas ayudará a los científicos a identificar las regiones más cálidas donde el agua o los depósitos de hielo recientes podrían estar cerca de la superficie.
Un espectrómetro generador de imágenes cartografiará los hielos, las sales y las moléculas orgánicas en la superficie de la luna. El sofisticado conjunto de generadores de imágenes también será compatible con todo el conjunto de instrumentos mediante la recopilación de imágenes que proporcionarán el contexto para el conjunto de datos que serán recopilados.
Por supuesto, los científicos también necesitan una mejor comprensión de la propia capa de hielo. Esta cubierta exterior —la cual se estima que tiene un espesor de unos 15 a 25 kilómetros (10 a 15 millas)— podría ser geológicamente activa, lo que daría lugar a los patrones de fracturas que son visibles en la superficie. Utilizando el instrumento de radar, la misión estudiará la capa de hielo, incluyendo la búsqueda de agua dentro y debajo de ella. (La electrónica del instrumento ahora está a bordo de la nave espacial, mientras que sus antenas serán montadas en los paneles solares de la nave espacial en el centro Kennedy más adelante este año).
Por último, está la estructura interior de Europa. Para aprender más al respecto, los científicos medirán el campo gravitatorio de la luna en diversos puntos de su órbita alrededor de Júpiter. Observar de qué manera las señales transmitidas por la nave espacial son arrastradas por la gravedad de Europa puede darle al equipo de investigadores más información sobre el interior de la luna. Los científicos utilizarán el equipo de telecomunicaciones de la nave espacial para llevar a cabo esta investigación científica.
Con los nueve instrumentos y el sistema de telecomunicaciones a bordo de la nave espacial, el equipo que trabaja en la misión ha comenzado a efectuar pruebas de la nave espacial completa por primera vez. Una vez que estén totalmente finalizadas las pruebas con Europa Clipper, el equipo enviará la nave al centro Kennedy en preparación para su lanzamiento a bordo de un cohete Falcon Heavy de SpaceX.
El principal objetivo científico de Europa Clipper es determinar si hay lugares debajo de la luna helada de Júpiter, Europa, que podrían albergar vida. Los tres objetivos científicos principales de la misión son determinar el espesor de la capa de hielo de la luna y las interacciones de su superficie con el océano que se encuentra debajo, investigar su composición y caracterizar su geología. La detallada exploración de Europa llevada a cabo por esta misión ayudará a los científicos a comprender mejor el potencial astrobiológico de los mundos habitables más allá de nuestro planeta.
Encuentra más información (en inglés) sobre Europa aquí:
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