Los datos de NISAR mejorarán nuestra comprensión de fenómenos como terremotos, volcanes y deslizamientos de tierra, así como los daños a infraestructura.

No siempre nos damos cuenta, pero gran parte de la superficie de la Tierra está en constante movimiento. Los científicos han utilizado satélites e instrumentos terrestres para rastrear el movimiento del suelo asociado con volcanes, terremotos, deslizamientos de tierra y otros fenómenos. Pero un nuevo satélite de la NASA y la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO, por sus siglas en inglés) tiene como objetivo mejorar lo que sabemos y, potencialmente, ayudarnos a prepararnos y recuperarnos de los desastres naturales y causados por la actividad humana.
La misión Radar de Apertura Sintética de NASA-ISRO (NISAR, por sus siglas en inglés) medirá el movimiento de casi todas las superficies terrestres y cubiertas de hielo del planeta dos veces cada 12 días. El ritmo de la recopilación de datos de NISAR dará a los investigadores una imagen más completa de cómo cambia la superficie de la Tierra con el tiempo. “Este tipo de observaciones regulares nos permite ver cómo se mueve la superficie de la Tierra a través de casi todo el planeta”, dijo Cathleen Jones, líder de aplicaciones de NISAR en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la NASA en el sur de California.
Junto con las mediciones complementarias de otros satélites e instrumentos, los datos de NISAR darán una imagen más completa de cómo se mueve la superficie de la Tierra horizontal y verticalmente. La información será vital para comprender mejor todo lo relacionado con la superficie de nuestro planeta, desde la mecánica de la corteza terrestre hasta qué partes del mundo son propensas a terremotos y erupciones volcánicas. Incluso podría ayudar a decidir si las secciones de un dique están dañadas o si una ladera está comenzando a moverse antes de un deslizamiento de tierra.
Lo que se encuentra debajo
Esta misión, que tiene como objetivo llevar a cabo su lanzamiento a principios de 2025 desde la India, podrá detectar movimientos en la superficie de hasta fracciones de una pulgada. Además de monitorear los cambios en la superficie de la Tierra, el satélite podrá rastrear el movimiento de las capas de hielo, los glaciares y el hielo marino, o banquisa, y cartografiar los cambios en la vegetación.
La fuente del notable detalle en las observaciones de esta misión es un par de instrumentos de radar que operan en longitudes de onda largas: un sistema de banda L construido por JPL y un sistema de banda S construido por ISRO. El satélite NISAR es el primero en transportar ambos sistemas. Cada instrumento es capaz de recolectar sus mediciones día y noche y ver a través de las nubes que pueden obstruir la vista de los instrumentos ópticos. El instrumento de banda L también podrá penetrar en la vegetación densa para medir el movimiento del suelo. Esta capacidad será especialmente útil en las zonas alrededor de volcanes o fallas que están oscurecidas por la vegetación.
“El satélite NISAR no nos dirá cuándo ocurrirán los terremotos. En cambio, nos ayudará a comprender mejor qué regiones del mundo son más susceptibles a terremotos de gran magnitud”, dijo Mark Simons, líder de ciencias de la Tierra sólida del equipo estadounidense para la misión en Caltech en Pasadena, California.
Los datos del satélite darán a los investigadores información sobre qué partes de una falla se mueven lentamente sin producir terremotos y qué secciones están unidas y podrían deslizarse repentinamente. En regiones relativamente bien monitoreadas como California, los investigadores pueden usar NISAR para centrarse en zonas específicas en donde se podría producir un terremoto. Pero en partes del mundo que no están tan bien monitoreadas, las mediciones de NISAR podrían revelar nuevas zonas propensas a terremotos. Y cuando se produzcan terremotos, los datos del satélite ayudarán a los investigadores a comprender lo que sucedió en las fallas donde se produjo un quiebre.
“Desde la perspectiva de ISRO, estamos particularmente interesados en el límite de la placa del Himalaya”, dijo Sreejith K M, líder de ciencias de la Tierra sólida de ISRO para la misión NISAR en el Centro de Aplicaciones Espaciales en Ahmedabad, India. “En esta región se han producido terremotos de gran magnitud en el pasado, y NISAR nos dará información sin precedentes sobre los peligros sísmicos del Himalaya”.
El movimiento de la superficie también es importante para los investigadores de volcanes, quienes necesitan datos recopilados regularmente a lo largo del tiempo para detectar los movimientos de tierra que podrían ser precursores de una erupción. A medida que el magma se desplaza por debajo de la superficie de la Tierra, el suelo puede abultarse o hundirse. El satélite NISAR ayudará a proporcionar una imagen más completa de por qué un volcán se deforma y si ese movimiento es señal de una erupción.
Encontrar el estado normal
Cuando se trata de infraestructura como diques, acueductos y represas, la capacidad de NISAR para ofrecer mediciones continuas durante años ayudará a establecer el estado habitual de las estructuras y el suelo circundante. Entonces, si algo cambia, los administradores de recursos podrían ser capaces de identificar zonas específicas que deben ser examinadas. “En lugar de salir a inspeccionar un acueducto completo cada cinco años, se puede enfocar la inspección en las zonas problemáticas”, dijo Jones.
Los datos podrían ser igualmente valiosos para mostrar que una represa no ha cambiado después de un desastre como un terremoto. Por ejemplo, si un gran terremoto sacudiera la ciudad de San Francisco, la licuefacción —donde los sedimentos sueltos o inundados pierden su estabilidad después de una fuerte sacudida del suelo— podría representar un problema para las represas y los diques situados a lo largo del delta fluvial de la región Sacramento-San Joaquín.
“Allí hay más de mil seiscientos kilómetros (mil millas) de diques”, dijo Jones. “Se necesitaría un ejército para salir a inspeccionarlos todos”. La misión NISAR ayudaría a las autoridades a hacer la inspección desde el espacio e identificar las zonas que sufrieron daños. “De modo que se puede ahorrar tiempo y solo salir a inspeccionar las zonas que sufrido cambios. Eso podría ahorrar mucho dinero en reparaciones después de un desastre”.
Más acerca de NISAR
La misión NISAR es una colaboración equitativa entre la NASA y la ISRO, y señala la primera cooperación de las dos agencias en el desarrollo de hardware para una misión de observación de la Tierra. JPL, que es administrado para la NASA por Caltech en Pasadena, dirige el componente estadounidense del proyecto y proporciona el radar de apertura sintética (SAR, por sus siglas en inglés) de banda L para esta misión. La NASA también proporciona la antena reflectora del radar, el mástil desplegable, un subsistema de comunicaciones de alta velocidad para datos científicos, receptores de GPS, una grabadora de estado sólido y un subsistema de datos de carga útil. El Centro de Satélites U R Rao de ISRO en Bengaluru, el cual dirige el componente de la ISRO para la misión, proporciona la plataforma de la nave espacial, la electrónica del SAR de banda S, el vehículo de lanzamiento, los servicios relacionados con el lanzamiento y las operaciones de la misión satelital. El Centro de Aplicaciones Espaciales de ISRO en Ahmedabad proporciona la electrónica del SAR de banda S.
Para obtener más información sobre NISAR, visita el sitio web en inglés:https://nisar.jpl.nasa.gov
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