5 min de lectura

Series de eventos meteorológicos extremos aumentarán los riesgos para los cultivos de maíz y la sociedad

La sequía causó que esta cosecha de maíz en Iowa se perdiera en 2012. A medida que el clima cambiante aumenta la frecuencia de los eventos extremos, se duplica el riesgo de que las cosechas de maíz fracasen en al menos tres de las cinco principales regiones agrícolas —conocidas como los graneros del mundo— en un mismo año. Créditos: Departamento de Agricultura de Estados Unidos
La sequía causó que esta cosecha de maíz en Iowa se perdiera en 2012. A medida que el clima cambiante aumenta la frecuencia de los eventos extremos, se duplica el riesgo de que las cosechas de maíz fracasen en al menos tres de las seis principales regiones agrícolas —conocidas como los graneros del mundo— en un mismo año.
Departamento de Agricultura de Estados Unidos

Los problemas nunca vienen solos, dice el proverbio. Un nuevo estudio de la NASA muestra que el viejo dicho será cada vez más cierto sobre los problemas climáticos en un mundo más cálido. El estudio muestra que los fenómenos meteorológicos extremos, como las inundaciones y las olas de calor, se agruparán cada vez más cerca en el tiempo y el espacio, lo que aumentará los riesgos de pérdidas de las cosechas, incendios forestales y otros peligros para la sociedad.

Para el año 2100, el aumento combinado de las olas de calor, la sequía y el exceso de precipitaciones duplicará el riesgo de malas cosechas de maíz relacionadas con el clima en al menos tres de las seis principales regiones productoras de maíz del mundo en el mismo año, según el estudio, publicado en la revista científica Environmental Research Letters. El Medio Oeste de Estados Unidos corre el mayor riesgo de ser el sitio de uno de estos múltiples fracasos en las cosechas.

Muchos estudios previos han modelado cambios en un solo indicador climático, como la cantidad de días por encima de 38 grados Celsius (100 grados Fahrenheit) en una región determinada. Pero los mayores impactos generalmente se producen cuando los extremos ocurren simultáneamente o en una secuencia cercana. Por ejemplo, los estados occidentales de Estados Unidos están muy familiarizados con el escenario en el que el calor excesivo y la sequía alimentan un incendio forestal, y luego las fuertes lluvias crean un nuevo peligro, deslizamientos de tierra, en el área quemada.

Los científicos del clima han estado trabajando durante años para comprender y representar numéricamente estas complejas cadenas de eventos que interactúan en los modelos climáticos, una tarea abrumadora que supera los límites de la potencia informática disponible. “Es solo en los últimos cinco años más o menos que se ha desarrollado un marco para aplicar el pensamiento de riesgo compuesto al análisis del clima, de una manera que realmente se pueda calcular sin perder la cabeza”, dijo Colin Raymond, autor principal del estudio y científico del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California.

Para su estudio, el equipo de investigación utilizó un conocido modelo climático alemán llamado Grand Ensemble del Instituto Max Planck para ejecutar 100 simulaciones individuales de los años 1991 a 2100. Las simulaciones del pasado (1991 a 2020) mostraron que el modelo era capaz de representar grupos de eventos extremos, como la alteración de calor extremo con precipitaciones extremas, de manera consistente con la forma en que realmente ocurrieron durante ese período. Los investigadores analizaron simulaciones del futuro hasta el año 2100 para examinar los probables cambios futuros en los peligros climáticos, particularmente en los peligros que podrían ocurrir simultáneamente o en una sucesión cercana.

Raymond y sus colegas se centraron en cómo el aumento de la agrupación de los riesgos de temperatura y precipitación afectará al maíz. Este importante cultivo alimentario se cultiva en todo el mundo, con seis regiones, o graneros, principales que representan alrededor de dos tercios de toda la producción. Estados Unidos es el principal productor de maíz del mundo, con una cosecha de unos 380,3 millones de toneladas métricas (419 millones de toneladas cortas) en 2021.

Las simulaciones del modelo mostraron que para 2100, las olas de calor extremo en todo el mundo con al menos tres días de duración ocurrirán con una frecuencia de dos a cuatro veces mayor que ahora. La frecuencia de las precipitaciones extremas de tres días en general aumentarán entre un 10% y un 50%. Los investigadores también analizaron cómo estos eventos en aumento se agruparán en el tiempo y en su ubicación. Luego analizaron cómo todos estos cambios combinados podrían afectar las futuras cosechas de maíz, utilizando como guía la relación entre los extremos climáticos de calor y lluvia y las malas cosechas en el pasado.

Según su mejor estimación, la probabilidad de que un grupo de eventos ocasione la pérdida de los cultivos de maíz en al menos tres de los graneros del mundo en el mismo año casi se duplicará, del 29% al 57%, para el año 2100. Si bien es pequeña, la probabilidad de que las cosechas fracasen en las cinco regiones más grandes en un solo año aumentará aún más significativamente, del 0,6% al 5,4%. El Medio Oeste de Estados Unidos es la región con la mayor probabilidad de ser incluida en años con tres fracasos en sus principales regiones agrícolas, seguida por Europa Central.

El estudio también examinó cómo aumentarían los riesgos de incendios forestales y para la salud humana a medida que los extremos se sucedieran más de cerca. Todos los resultados mostraron, dijo Raymond, que “los factores están interconectados de una manera que no hemos apreciado hasta ahora. No son solo las olas de calor. No es solo el calor y la sequía. Son todas esas interconexiones las que mejor explican los graves impactos que más nos preocupan cuando tratamos de prevenir grandes desastres”.

Por Carol Rasmussen

Read this story in English here.