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Conoce los telescopios del infrarrojo que abrieron el camino a Webb

Ilustración que muestra a los telescopios infrarrojos IRAS, Webb y Spitzer de la NASA sobre un fondo colorido del espacio.
Los científicos llevan 40 años estudiando el universo con telescopios espaciales que observan en el espectro infrarrojo, incluidas estas misiones de la NASA, desde la izquierda: el Satélite Astronómico Infrarrojo (IRAS), lanzado en 1983; el telescopio espacial Spitzer, lanzado en 2003; y el telescopio espacial James Webb, lanzado en 2021.
NASA/JPL-Caltech

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En diciembre, la NASA celebrará el segundo aniversario del lanzamiento del telescopio espacial James Webb, el observatorio espacial más grande y poderoso de la historia. La claridad de sus imágenes ha inspirado al mundo, al tiempo que todavía los científicos apenas empiezan a explorar el tesoro científico que Webb está produciendo.

El éxito de Webb está basado en cuatro décadas de telescopios espaciales que también detectan la luz infrarroja (la cual es invisible a simple vista); en particular, en el trabajo de otros dos telescopios retirados de la NASA que celebraron grandes aniversarios este año: en enero se cumplió el 40.o aniversario del lanzamiento del Satélite Astronómico Infrarrojo (IRAS, por sus siglas en inglés), mientras que en agosto se cumplió el 20.o aniversario del lanzamiento del telescopio espacial Spitzer.

Esta herencia salta a la vista en las imágenes de la NASA de Ro Ofiuco, una de las regiones de formación estelar más cercanas a la Tierra. IRAS fue el primer telescopio infrarrojo lanzado a la órbita terrestre, por encima de la atmósfera que bloquea la mayor parte de las longitudes de ondas infrarrojas. Aunque las espesas nubes de gas y polvo de Ro Ofiuco bloquean la luz visible, la visión infrarroja de IRAS le permitió convertirse en el primer observatorio en penetrar estas capas para revelar estrellas recién nacidas enclavadas en lo profundo de su interior. Veinte años después, los múltiples detectores infrarrojos de Spitzer ayudaron a los astrónomos a asignar edades más específicas a muchas de las estrellas, proporcionando información sobre cómo evolucionan las estrellas jóvenes en todo el universo. La vista infrarroja aún más detallada de Webb muestra chorros que brotan de estrellas jóvenes, así como discos de material a su alrededor; estos son los ingredientes de futuros sistemas planetarios.

Otro ejemplo es la estrella Fomalhaut, un cuerpo estelar rodeado por un disco de escombros similar a nuestro cinturón de asteroides. Hace cuarenta años, fue uno de los principales descubrimientos de IRAS debido a que el disco de polvo también sugería fuertemente la presencia de al menos un planeta, en un momento en el que aún no se habían encontrado planetas fuera del sistema solar. Observaciones posteriores de Spitzer mostraron que el disco tenía dos secciones —una región exterior fría y una región interior cálida— y reveló evidencia adicional de la presencia de planetas. Muchos otros telescopios, incluyendo el telescopio espacial Hubble de la NASA, han estudiado a Fomalhaut y, a principios de este año, las imágenes de Webb dieron a los científicos su visión más clara de la estructura del disco. Webb reveló dos anillos de rocas y gases nunca antes vistos en el disco interior. La combinación del trabajo de generaciones de telescopios está poniendo en claro relieve la historia de Fomalhaut.

Un visionario sondeo astronómico en el infrarrojo

Cuando IRAS fue lanzado, en 1983, los científicos no estaban seguros de lo que revelaría esta misión. No podían predecir que el infrarrojo eventualmente se utilizaría en casi todas las áreas de la astronomía, incluyendo los estudios de la evolución de las galaxias, el ciclo de vida de las estrellas, la fuente del omnipresente polvo cósmico, las atmósferas de los exoplanetas, los movimientos de los asteroides y otros objetos cercanos a la Tierra, e incluso la naturaleza de uno de los mayores misterios cosmológicos de la historia, la energía oscura.

IRAS preparó el escenario para el Observatorio Espacial Infrarrojo (ISO, por sus siglas en inglés), liderado por Europa, y el Observatorio Espacial Herschel; el satélite AKARI liderado por Japón; el Explorador de Sondeo de Infrarrojos de Campo Amplio (WISE, por sus siglas en inglés) de la NASA y el Observatorio Estratosférico para Astronomía Infrarroja (SOFIA, por sus siglas en inglés) de esta agencia, así como muchos observatorios transportados con globos.

“La luz infrarroja es esencial para comprender de dónde venimos y cómo llegamos aquí, tanto en la escala astrofísica más grande como en la más pequeña”, dijo Michael Werner, astrofísico del Laboratorio del Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la NASA, quien se especializa en observaciones en el infrarrojo. Werner se desempeñó como científico de proyectos para Spitzer. “Utilizamos el infrarrojo para mirar hacia atrás en el espacio y el tiempo, con el fin de ayudarnos a comprender cómo surgió el universo moderno. Y el infrarrojo nos permite estudiar la formación y evolución de las estrellas y los planetas, lo que nos habla de la historia de nuestro propio sistema solar”.

El paso a Spitzer

Si IRAS era una misión de exploración de caminos, Spitzer fue diseñado para sumergirse profundamente en el universo infrarrojo. Muchos de los objetivos planetarios de Webb en su primer año ya habían sido estudiados con Spitzer, el cual era capaz de dedicarse a una extensa gama de objetivos científicos gracias a su amplio campo de visión y su resolución relativamente alta. Durante su misión de 16 años, Spitzer descubrió nuevas maravillas abarcando desde los confines del universo (incluyendo algunas de las galaxias más distantes jamás observadas en ese momento) hasta nuestro propio sistema solar (como un nuevo anillo alrededor de Saturno). Los investigadores también se sorprendieron al descubrir que el telescopio era una herramienta perfecta para estudiar los exoplanetas —planetas que están más allá de nuestro sistema solar—, lo cual era algo que no tenían contemplado al construirlo.

“Con cualquier telescopio, no solo se toman datos por el simple hecho de hacerlo; se hace una pregunta en particular o una serie de preguntas”, dijo Sean Carey, exgerente del Centro de Ciencias Spitzer en el Centro de Procesamiento y Análisis de Infrarrojo (IPAC, por sus siglas en inglés), un centro de procesamiento de datos y ciencia en el Instituto Tecnológico de California (Caltech). “Las preguntas que podemos hacernos con Webb son mucho más complejas y variadas debido al conocimiento que adquirimos con telescopios como Spitzer e IRAS”.

Por ejemplo, señaló Carey, “estudiamos exoplanetas con Spitzer y Hubble, y descubrimos qué se puede hacer con un telescopio de infrarrojo en ese campo, qué tipos de planetas son los más interesantes y qué se puede aprender sobre ellos. De tal modo que cuando se lanzó Webb, de inmediato nos dedicamos al estudio de los exoplanetas”.

Webb también está allanando el camino para futuras misiones en el infrarrojo. La venidera misión Espectrofotómetro para la Historia del Universo, la Época de la Reionización y el Explorador de Hielos (SPHEREx, por sus siglas en inglés) de la NASA, así como el próximo observatorio insignia de la agencia, el telescopio espacial Nancy Grace Roman, continuarán explorando el universo en el infrarrojo.

Más acerca de las misiones

IRAS fue un proyecto conjunto de la NASA, la Agencia Holandesa para Programas Aeroespaciales y el Consejo de Investigación de Ciencia e Ingeniería del Reino Unido. La misión fue gestionada para la NASA por el JPL. Caltech, con sede

Para obtener más información sobre IRAS (en inglés), visita:

JPL gestionó la misión del telescopio espacial Spitzer para la Dirección de Misiones Científicas de la NASA, en Washington, hasta que la misión fue retirada en enero de 2020. Las operaciones científicas fueron llevadas a cabo en el Centro de Ciencias Spitzer del IPAC en Caltech. Las operaciones de la nave espacial tenían su sede en Lockheed Martin Space Systems Company, en Littleton, Colorado. Los datos están archivados en el Archivo de Datos Científicos del Infrarrojo manejado por IPAC en Caltech.

Para obtener más información sobre Spitzer (en inglés), visita:

El telescopio espacial James Webb es el principal observatorio de ciencias espaciales del mundo. Webb está resolviendo los misterios de nuestro sistema solar, viendo más allá de mundos distantes alrededor de otras estrellas y explorando las misteriosas estructuras y los orígenes de nuestro universo y nuestro lugar en él. Webb es un programa internacional dirigido por la NASA con sus socios: la ESA (Agencia Espacial Europea) y la CSA (Agencia Espacial Canadiense).

Para obtener más información acerca de Webb (en inglés), visita:

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Última Actualización
Dec 22, 2023
Editor
Equipo de redacción de Ciencia

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