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Es un gigante de hielo, un planeta de tormentas monstruosas; un ermitaño raras veces visto. Sin embargo, en la noche del 9 de septiembre, Neptuno estará en oposición, el evento anual en donde la Tierra pasa directamente entre Neptuno y nuestro Sol. Los observadores del cielo y los astrónomos tendrán la oportunidad de observar este planeta que es invisible a simple vista, pero al que a los científicos les encantaría ver con más claridad.
Cuando se encuentra cerca de la oposición, Neptuno alcanza su punto más alto en el cielo alrededor de la medianoche. Esto hace que las noches de septiembre sean la mejor época para tomar el telescopio o los binoculares de alta potencia y usar una carta celeste o un software de observación del cielo para ver este planeta que está 30 veces más lejos del Sol que la Tierra. Cuando encuentres este escurridizo planeta que se ve como un simple punto en la mayoría de los telescopios para aficionados, recuerda que, en realidad, estás viendo un planeta con una gruesa atmósfera formada por grandes cantidades de hidrógeno y helio, además de vestigios de otros gases. Esa atmósfera rodea un interior sólido de roca y un cálido manto de líquido denso, en lo profundo, más allá de las nubes.
Este evento de oposición también llega después del trigésimo aniversario del sobrevuelo del planeta que realizó la nave espacial Voyager 2 en 1989. Voyager 2 brindó la vista más cercana de Neptuno porque pasó alrededor de 3.000 millas (5.000 kilómetros) por encima de su polo norte. Las imágenes que envió Voyager 2 brindaron a los científicos un panorama de condiciones climáticas extremas, incluyendo un vórtice oscuro y violento que se asemeja a la gran mancha roja de Júpiter. Desde entonces, observatorios como el Telescopio Espacial Hubble nos han brindado observaciones adicionales del planeta desde lejos. Los científicos de la NASA aprendieron, por ejemplo, que a diferencia de Júpiter, el vórtice de Neptuno desaparece durante un tiempo, y más tarde se producen tormentas similares. Los científicos determinaron que Neptuno tiene estaciones como las de la Tierra, pero que duran mucho más; se extienden durante décadas, en vez de meses. Al estudiar estas estaciones continuamente, los científicos realizan observaciones para lograr un mejor entendimiento de las similitudes y las diferencias de las atmósferas en otros planetas, incluso justo aquí, en la Tierra.
Entonces, piensa en echar un vistazo al gigante planeta de hielo, Neptuno, en septiembre y verás por qué capta la imaginación de tantos científicos y astrónomos. Toma tu telescopio, ve afuera y disfruta de la vista.