
La misión Artemis II de la NASA, que enviará a cuatro astronautas en una misión de casi 10 días alrededor de la Luna y de regreso a la Tierra, llevará adelante el objetivo de la agencia de enviar astronautas a la región del Polo Sur de la Luna y ayudará a sentar las bases para futuras misiones tripuladas a Marte.
La tripulación de Artemis II no solo será la primera tripulación en poner a prueba la nave espacial Orion de la NASA en el espacio: también llevará a cabo investigaciones científicas que darán forma a las futuras misiones al espacio profundo. Entre ellas, se incluye una investigación científica lunar mientras Orion vuela a unos 6.400 a 9.660 kilómetros (4.000 a 6.000 millas) de la superficie lunar. Desde esta distancia, la Luna se verá del tamaño de una pelota de baloncesto sostenida con el brazo extendido y ofrecerá una oportunidad única para hacer observaciones científicas.
“Artemis II es una oportunidad para que los astronautas pongan en práctica las destrezas científicas lunares que han desarrollado durante su entrenamiento. También es una oportunidad para que los científicos y los ingenieros en el control de la misión colaboren en tiempo real durante las operaciones...”.
Kelsey Young
Líder de ciencia lunar de Artemis II en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland
A medida que Orion pase por el lado lejano de la Luna —el lado que siempre mira en dirección opuesta a la Tierra—, la tripulación analizará y fotografiará las características geológicas de la superficie, como cráteres de impacto y antiguos flujos de lava, apoyándose en su extensa capacitación en geología llevada a cabo en el aula y en lugares de la Tierra similares a la Luna. Los astronautas también practicarán cómo describir los matices en las formas, las texturas y los colores de las características de la superficie. Este tipo de información revela la historia geológica de un lugar y será fundamental recopilarla cuando los astronautas de Artemis III exploren la superficie.
“Artemis II es una oportunidad para que los astronautas pongan en práctica las destrezas científicas lunares que han desarrollado durante su entrenamiento”, dijo Kelsey Young, líder de ciencia lunar de Artemis II en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland. “También es una oportunidad para que los científicos y los ingenieros en el control de la misión colaboren en tiempo real durante las operaciones, aprovechando los años de pruebas y simulaciones que nuestros equipos han llevado a cabo juntos”.
Young lidera un equipo de científicos con experiencia en cráteres de impacto, vulcanismo, tectonismo y hielo lunar, quienes proporcionarán el análisis de los datos en tiempo real y darán orientación a la tripulación de Artemis II en el espacio. Durante la misión, el equipo de expertos en la Luna estará ubicado en la Sala de Evaluación Científica del control de misiones en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston.

Los cuatro astronautas de Artemis II, Reid Wiseman, Victor Glover y Christina Koch de la NASA, y Jeremy Hansen de la CSA (Agencia Espacial Canadiense), podrían ser los primeros seres humanos en ver a simple vista algunas partes del lado lejano de la Luna, dependiendo de la trayectoria final de la nave espacial según lo determinado en el lanzamiento. Durante las nueve misiones Apolo que dejaron la órbita de la Tierra, los astronautas vieron partes del lado lejano de la Luna, pero no su totalidad, ya que estaban limitados por los sectores iluminados durante sus órbitas.
Una región que antes no estuvo iluminada y que podrían observar es la Cuenca Oriental, un cráter de 966 kilómetros (600 millas) de ancho que sirve como punto de transición entre el lado cercano y el lado lejano, y que a veces es parcialmente visible a lo largo del borde occidental de la Luna.
También es posible que los astronautas observen los destellos de luz de las rocas espaciales que chocan contra la superficie —estas serían pistas que ayudarían a conocer la frecuencia con la que la Luna recibe impactos— o polvo flotando sobre el borde de la Luna, un fenómeno misterioso que los científicos desean entender.
Las observaciones de la tripulación ayudarán a allanar el camino para las actividades científicas lunares en futuras misiones de la campaña Artemis a la superficie de la Luna, incluyendo la misión Artemis III. Los astronautas de Artemis III investigarán los accidentes del terreno, las rocas y otras características alrededor de su sitio de aterrizaje. También recolectarán muestras de rocas para generaciones de análisis en laboratorios de la Tierra y montarán varios instrumentos para investigar las propiedades y los recursos lunares. Esta será información crítica para los futuros esfuerzos de exploración con seres humanos.
“Ya sea que estén mirando por las ventanas de la nave espacial o caminando por la superficie, los astronautas de Artemis trabajarán en nombre de todos los científicos para reunir pistas sobre los antiguos procesos geológicos que dieron forma a la Luna y a nuestro sistema solar”, dijo Cindy Evans, líder de capacitación e integración estratégica de la campaña Artemis de la NASA, desde el centro Johnson de la NASA.
Además de las observaciones científicas lunares, la tripulación recopilará datos sobre los efectos del entorno espacial en la salud y el desempeño de la tripulación. Estos experimentos serán gestionados mediante la Dirección de Operaciones de Misiones de Carga Útil en el Centro de Vuelo Espacial Marshall de la NASA, en Huntsville, Alabama, en estrecha coordinación con el control de la misión. Estos datos podrían fundamentar la exploración lunar a largo plazo y las futuras misiones a Marte con seres humanos.
Para obtener más información sobre Artemis II, visita el sitio web (en inglés): https://www.nasa.gov/mission/artemis-ii/
Por Lonnie Shekhtman
Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, Greenbelt, Maryland
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