Zaida Hernández, ingeniera

“Diría que la familia y parte de esa ‘experiencia de primera generación’ [me formó]. Haber nacido en Estados Unidos me dio muchas oportunidades que les fueron arrebatadas a mi familia y a mis padres debido a situaciones en su país de origen. Eso me moldeó para ser una persona muy trabajadora y aspirar a grandes cosas porque no solo era mi objetivo en este punto, sino que también era la aspiración de mis padres.

“Siento que gran parte de su orgullo proviene de sus hijos. Eso me impulsa a ser una mejor empleada o a tener aspiraciones de lograr algo mejor por mí misma, porque sé que ellos han hecho muchos sacrificios por mí mientras me preparaba para convertirme en ingeniera. Ahora que he logrado mi objetivo, me parece muy importante darles siempre las gracias y ser una persona agradecida.

“La cultura también me formó. Al provenir de un entorno minoritario, y solo estoy familiarizada con la cultura hispana, teníamos la mentalidad de que la educación era lo primero... y era una cultura que me daba mucho apoyo. Creo que eso es importante. Cuando hago divulgación, siempre me gusta compartir mis experiencias porque, a veces, las personas no se dan cuenta del impacto que pueden tener, como la profesora que me habló de una pasantía [de la NASA]. Ella no sabía que esa iba a ser mi carrera. O, como cuando mi madre se quedaba despierta conmigo durante las largas horas de estudio hasta tarde en la noche cuando yo decía: ‘No puedo ser ingeniera’ y no aprobaba un examen y ella decía: ‘No, lo puedes hacer. Yo creo en ti.’

“Puede que no sea memorable para la persona [que lo dice], pero fue muy importante para darme motivación para seguir adelante. Así que, [en mis actividades en línea, yo soy esa voz para] la motivación de la primera generación”.

-Zaida Hernández, ingeniera, equipo de arquitectura lunar, Centro Espacial Johnson de la NASA

Crédito de la imagen: NASA/Bill Stafford
Entrevistadora: NASA/Tahira Allen

Read this story in English here.