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Misiones antiguas, hallazgos nuevos: Los archivos de datos de la NASA aceleran la ciencia

Este montaje de imágenes de los planetas y cuatro de las lunas de Júpiter tomadas por la nave espacial Voyager se contrapone a una imagen con color añadido de la nebulosa Roseta con la Luna de la Tierra en primer plano.
PIA0Este montaje de imágenes de los planetas y cuatro de las lunas de Júpiter tomadas por la nave espacial Voyager se contrapone a una imagen con color añadido de la nebulosa Roseta con la Luna de la Tierra en primer plano. Los datos de archivo de las misiones Voyager continúan produciendo nuevos descubrimientos científicos.2973
NASA/JPL/ASU

Todas las misiones de la NASA representan un salto hacia lo desconocido, recopilando datos que amplían las fronteras de la comprensión humana. Pero la historia no termina cuando la misión concluye. Los datos cuidadosamente conservados en los archivos de la NASA a menudo encuentran un nuevo propósito décadas después, revelando descubrimientos que continúan beneficiando a la ciencia, la tecnología y la sociedad.

“Los datos científicos de la NASA son uno de nuestros legados más valiosos”, dijo Kevin Murphy, director de datos científicos de la NASA en la sede de la NASA en Washington. “Estos contienen las historias de nuestras misiones, los conocimientos obtenidos con nuestros descubrimientos y el potencial de avances futuros”.

Los datos científicos de la NASA son uno de nuestros legados más valiosos”.

KEVIN MURPHY

Director de Datos Científicos, Dirección de Misiones Científicas de la NASA

La Dirección de Misiones Científicas de la NASA gestiona una inmensa cantidad de datos, los cuales abarcan los campos de la astrofísica, las ciencias biológicas y físicas, las ciencias de la Tierra, la heliofísica y las ciencias planetarias. Hoy en día, los inventarios de datos científicos de la NASA superan los 100 petabytes, lo suficiente como para almacenar 20.000 millones de fotos de un teléfono inteligente moderno promedio. Se espera que este volumen crezca significativamente con nuevas misiones.

Esta enorme cantidad de datos permite nuevos hallazgos, conectando los resultados científicos de manera significativa. Más del 50% de las publicaciones científicas se basan en datos archivados, que la NASA proporciona a millones de usuarios comerciales, gubernamentales y científicos.

Mosaico de imágenes que muestran la Tierra, la nebulosa Carina, Júpiter, la superficie del Sol y una célula.
Las cinco divisiones científicas de la NASA — Astrofísica, Ciencias Biológicas y Físicas, Ciencias de la Tierra, Heliofísica y Ciencias Planetarias — almacenan petabytes de datos en sus archivos que permiten a los científicos hacer descubrimientos continuamente.
NASA

La gestión y administración de tales volúmenes masivos de información requieren una planificación cuidadosa, una infraestructura sólida y estrategias innovadoras para garantizar que los datos sean accesibles, seguros y sostenibles. El apoyo continuo para el almacenamiento de datos y el uso de tecnología de vanguardia es clave para garantizar que las futuras generaciones de investigadores puedan seguir explorando el uso de datos científicos de las misiones de la NASA.

La tecnología moderna, como el procesamiento de imágenes y la inteligencia artificial, ayuda a desbloquear nuevos conocimientos a partir de observaciones anteriores. Por ejemplo, en 1986, la sonda espacial Voyager 2 de la NASA realizó un sobrevuelo histórico de Urano, capturando datos detallados sobre el planeta y su entorno. Décadas más tarde, a principios de la década de 2000, los científicos utilizaron técnicas avanzadas de procesamiento de imágenes en estos datos de archivo para descubrir dos pequeñas lunas, Perdita y Cupido, que habían pasado inadvertidas durante el análisis inicial.

En 2024, los investigadores revisaron estos datos de archivo de hace 38 años e identificaron un acontecimiento crucial de viento solar que comprimió la magnetosfera de Urano justo antes del sobrevuelo de Voyager 2. Este raro evento, que ocurre solo alrededor del cuatro por ciento de las veces, proporcionó información única sobre el campo magnético de Urano y su interacción con la meteorología espacial.

El Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO, por sus siglas en inglés) de la NASA, lanzado en 2009, continúa proporcionando datos que remodelan nuestra comprensión de la Luna. En 2018, los científicos que analizaron los datos de archivo del LRO confirmaron la presencia de hielo de agua en regiones en sombra permanente en los polos de la Luna.

En 2024, nuevos estudios del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, mostraron una evidencia generalizada de hielo de agua dentro de las regiones en sombra permanente fuera del Polo Sur lunar, lo que ayudó aún más a los planificadores de misiones lunares. Este descubrimiento no solo tiene implicaciones para la exploración lunar, sino que también demuestra cómo los datos existentes pueden proporcionar información innovadora.

Ilustración que representa el Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO) sobre la Luna.
Ilustración que representa el Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO) sobre la Luna. El LRO lleva siete instrumentos que realizan exhaustivas observaciones de teledetección de la Luna y mediciones del entorno de radiación lunar. Los datos de archivo de LRO continúan ayudando a los científicos a hacer descubrimientos acerca de la Luna.
NASA/GSFC

Los archivos de datos de la NASA descubren los secretos de nuestro propio planeta, así como los de otros mundos. En 2024, un equipo de arqueólogos publicó un estudio que revelaba una ciudad maya “perdida” en Campeche, México, que antes era desconocida para la comunidad científica. Los investigadores identificaron la ciudad en los datos atmosféricos archivados de ciencias de la Tierra, incluyendo un conjunto de datos de 2013 de la misión del Generador de imágenes hiperespectrales y térmicas con LiDAR (G-LiHT, por sus siglas en inglés) del centro Goddard de la NASA.

El proyecto del conjunto de datos Armonizados de Landsat y Sentinel 2 (HLS, por sus siglas en inglés) proporciona frecuentes observaciones de alta resolución de la superficie de la Tierra. Los datos de HLS han sido fundamentales para rastrear el crecimiento urbano a lo largo del tiempo. Al analizar los cambios en la cubierta terrestre, los investigadores han utilizado HLS para monitorear la expansión de las ciudades y el desarrollo de la infraestructura. Por ejemplo, en áreas metropolitanas de rápido crecimiento, los datos de HLS han revelado patrones de expansión urbana, lo que ayuda a los planificadores de ciudades a analizar las tendencias pasadas para predecir la expansión metropolitana futura.

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Esta imagen Landsat 5 en color natural muestra la ciudad de Ontario, California, desde arriba en el año 1985. La vegetación es verde y marrón, y las estructuras urbanas son de color blanco brillante y gris. Hay un gran lecho de río seco en la esquina noreste que también es de color blanco brillante, pero su aspecto no lineal lo distingue visualmente.
NASA's Goddard Space Flight Center
Esta imagen Landsat 5 en color natural muestra la ciudad de Ontario, California, desde arriba en el año 2010. El aeropuerto, situado en la parte suroeste de la imagen, ha añadido varias pistas desde 1985, y ahora las grandes estructuras de almacenamiento dominan las zonas que antes eran rurales y rodeaban el aeropuerto. La vegetación es verde y marrón, y las estructuras urbanas son de color blanco brillante y gris. Hay un gran lecho de río seco en la esquina noreste que también es de color blanco brillante, pero su aspecto no lineal lo distingue visualmente.
NASA's Goddard Space Flight Center
Esta imagen Landsat 5 en color natural muestra la ciudad de Ontario, California, desde arriba en el año 1985. La vegetación es verde y marrón, y las estructuras urbanas son de color blanco brillante y gris. Hay un gran lecho de río seco en la esquina noreste que también es de color blanco brillante, pero su aspecto no lineal lo distingue visualmente.
NASA's Goddard Space Flight Center
Esta imagen Landsat 5 en color natural muestra la ciudad de Ontario, California, desde arriba en el año 2010. El aeropuerto, situado en la parte suroeste de la imagen, ha añadido varias pistas desde 1985, y ahora las grandes estructuras de almacenamiento dominan las zonas que antes eran rurales y rodeaban el aeropuerto. La vegetación es verde y marrón, y las estructuras urbanas son de color blanco brillante y gris. Hay un gran lecho de río seco en la esquina noreste que también es de color blanco brillante, pero su aspecto no lineal lo distingue visualmente.
NASA's Goddard Space Flight Center
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ANTES Y DESPUÉS

Crecimiento urbano en Ontario, California

1985-2010

Torrential rains in Kenya's Great Rift Valley have swollen two important lakes and increased concern that they will merge. These images, in which north is to the left, show the southern end of Lake Baringo (left) and the northern end of Lake Bogoria (dark area at upper right). Both have enlarged significantly in recent years, reducing the distance between them. Baringo contains fresh water, whereas Bogoria, a World Heritage site (along with two other lakes in the same system), is alkaline. Merging their waters would threaten their respective wildlife.

Estos descubrimientos representan solo una fracción de lo que es posible. La NASA está invirtiendo en nuevas tecnologías para aprovechar todo el potencial de sus archivos de datos, incluyendo los modelos de base de inteligencia artificial (IA), esto es, herramientas de IA de código abierto diseñadas para extraer nuevos hallazgos a partir de los datos científicos existentes.

“Nuestra visión es desarrollar al menos un modelo de IA para cada disciplina científica de la NASA, convirtiendo décadas de datos heredados en una mina de descubrimientos”, dijo Murphy. “Al incorporar la experiencia de la NASA en estas herramientas, nos aseguramos de que nuestros datos científicos continúen impulsando la innovación en la ciencia, la industria y la sociedad para las generaciones venideras”.

Desarrollados en colaboración entre la Oficina del Director de Datos Científicos de la NASA, IBM y las universidades, estos modelos de IA están científicamente validados y son adaptables a nuevos conjuntos de datos, lo que los hace invaluables para investigadores e industrias por igual.

“Es como tener un asistente virtual que aprovecha décadas de conocimientos de la NASA para tomar decisiones más inteligentes y con mayor rapidez”, dijo Murphy.

Imagen con color añadido del incendio de East Peak en el sur de Colorado, cerca de Trinidad. Las zonas quemadas se ven de color rojo oscuro, mientras que las zonas con incendios activos se observan en color naranja. Las zonas de color verde oscuro son bosques; las de color verde claro son pastizales. Los datos de Landsat 8 fueron utilizados para entrenar el modelo de inteligencia artificial Prithvi, el cual puede ayudar a detectar zonas quemadas.
El 22 de junio de 2013, el Generador operacional de imágenes de tierra (OLI) a bordo del satélite Landsat 8 captó esta imagen con color añadido del incendio de East Peak en el sur de Colorado, cerca de Trinidad. Las zonas quemadas se ven de color rojo oscuro, mientras que las zonas con incendios activos se observan en color naranja. Las zonas de color verde oscuro son bosques; las de color verde claro son pastizales. Los datos de Landsat 8 fueron utilizados para entrenar el modelo de inteligencia artificial Prithvi, el cual puede ayudar a detectar zonas quemadas.
Observatorio de la Tierra de la NASA

Los modelos de base del equipo de ciencias de la Tierra —el modelo geoespacial de Prithvi y el modelo meteorológico de Prithvi— analizan vastos conjuntos de datos para monitorear el paisaje cambiante de la Tierra, rastrear los patrones meteorológicos y apoyar procesos cruciales de toma de decisiones.

Aprovechando este éxito, el equipo está desarrollando un modelo de base para la heliofísica. Este modelo revelará nuevos conocimientos sobre la dinámica de la actividad solar y la meteorología espacial, los cuales pueden afectar las operaciones satelitales, los sistemas de comunicaciones e incluso las redes eléctricas en la Tierra. Además, se está desarrollando un modelo diseñado para la Luna, con el objetivo de mejorar nuestra comprensión de los recursos y entornos lunares.

Esta inversión en IA no solo acorta el plazo de “datos a descubrimientos”, sino que también garantiza que los archivos de datos de la NASA continúen impulsando la innovación. Desde hallar nuevos planetas hasta orientar las futuras exploraciones y apoyar a las industrias en la Tierra, las posibilidades son ilimitadas.

Al mantener extensos archivos y adoptar tecnologías de vanguardia, la agencia garantiza que los datos recopilados hoy continuarán inspirando y modelando los descubrimientos del futuro. Al hacer esto, el legado de datos científicos de la NASA verdaderamente sigue siendo un tesoro que no deja de multiplicarse.

Por Amanda Moon Adams
Líder de Comunicaciones de la Oficina del Director de Datos Científicos

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Última actualización
Sep 04, 2025