3 min de lectura
La provincia de Almería, en el sureste de España, tiene algunas de las condiciones más secas de Europa. Sin embargo, con acceso a aguas subterráneas y abundancia de sol, se ha convertido en un importante centro de la agricultura de invernadero.
El 24 de mayo de 2022, el Generador operacional de imágenes de tierra 2 (OLI-2, por sus siglas en inglés) a bordo del satélite Landsat 9 capturó estas imágenes en color natural de un mar de invernaderos de plástico alrededor del pueblo El Ejido. El pueblo se encuentra en una pequeña llanura costera llamada Campo de Dalías, que tiene una de las concentraciones más altas de invernaderos en el mundo.
Los invernaderos son un fenómeno relativamente nuevo. En la década de 1950, el Campo de Dalías estaba cubierto en su mayor parte por vegetación de matorral, pastos y algunas pequeñas parcelas de cultivos de temporada que crecían al aire libre. Los agricultores comenzaron a experimentar en las décadas de 1950 y 1960, agregando capas de arena y mantillo al suelo junto con una cubierta de plástico, inicialmente para proteger el suelo y las plantas de los vientos dañinos y las aguas subterráneas saladas. Pronto se dieron cuenta de que los cultivos bajo plástico eran mucho más productivos que los cultivos al aire libre porque los suelos se mantenían más cálidos y retenían más humedad.
El uso de invernaderos se extendió rápidamente en las décadas siguientes a medida que las nuevas innovaciones —como el riego por goteo, el uso de suelo artificial y la hidroponía— impulsaban el rendimiento de los cultivos. Según algunas estimaciones, los invernaderos de Almería ahora producen entre 2,5 millones y 3,5 millones de toneladas de frutas y verduras al año, lo suficiente como para convertirse en una fuente importante de tomates, pimientos, pepinos y melones fuera de temporada para los habitantes de toda Europa.
Según algunas estimaciones, los invernaderos de Almería ahora cubren más de 40.000 hectáreas (150 millas cuadradas), lo que es casi todo el Campo de Dalías. También se han extendido a las zonas vecinas. Los invernaderos cubren un área tan grande que probablemente incluso han causado un efecto de enfriamiento localizado debido a que los techos blancos reflejan una cantidad sustancial de luz solar.
Usando las observaciones de los sensores del Espectrorradiómetro de imágenes de resolución moderada (MODIS, por sus siglas en inglés) a bordo de los satélites Aqua y Terra de la NASA, los investigadores de la Universidad de Almería calcularon que el albedo de la superficie de Almería aumentó en casi un 10 por ciento entre 1983 y 2006 debido a la alta reflectividad de los invernaderos. Concluyeron que esto probablemente contribuyó a un efecto de enfriamiento de 0,3 °C (0,5 °F) por década en Almería en comparación con un aumento de 0,5 °C por década en la región.
Imágenes del Observatorio de la Tierra de la NASA por Lauren Dauphin, utilizando datos de Landsat del Servicio Geológico de Estados Unidos. Reportaje por Adam Voiland.
Read this story in English here.