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El huracán Otis azotó la costa del Pacífico de México como una feroz tormenta de categoría 5 el 25 de octubre de 2023, rompiendo récords regionales por la fuerza y velocidad de su intensificación. En el estado de Guerrero se han reportado marejadas ciclónicas, inundaciones y deslizamientos de tierra, así como daños a la infraestructura y a un aeropuerto.
Antes de tocar tierra, el sensor del Conjunto de radiómetros de imágenes en infrarrojo visible (VIIRS, por sus siglas en inglés) a bordo del satélite NOAA-20 captó esta imagen con color añadido de la tormenta, alrededor de las 08:30 hora universal (2:30 a.m. en Acapulco) el 24 de octubre de 2023.
Cuando la imagen fue adquirida, Otis seguía siendo una tormenta tropical con vientos sostenidos de 100 kilómetros (65 millas) por hora y se encontraba a unos 335 kilómetros (210 millas) al sur-sureste de Acapulco. La imagen muestra datos de la temperatura en brillo infrarrojo, el cual sirve para distinguir las estructuras de las nubes más frías (en blanco y azul) de las superficies más cálidas debajo de ellas (en amarillo). Las temperaturas más frías están asociadas a zonas de nubes altas. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que en este momento la tormenta aún no tenía un ojo.
Otis se mantuvo como una tormenta tropical hasta la tarde del 24 de octubre. Luego, en cuestión de horas, se intensificó rápidamente hasta convertirse en un gran huracán. A las 06:25 hora universal (12:25 a.m. en Acapulco) del 25 de octubre, Otis tocó tierra cerca del balneario turístico, con vientos sostenidos de 270 kilómetros (165 millas) por hora. Según informes de prensa, Otis ha sido el huracán más fuerte que se haya registrado en la costa del Pacífico de México y la tormenta de más rápido fortalecimiento registrada en el noreste del Pacífico.
Scott Braun, meteorólogo investigador del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA —y científico del proyecto para la misión Observaciones resueltas en el tiempo de las estructuras de las precipitaciones e intensidad de las tormentas con una constelación de Smallsat (TROPICS, por sus siglas en inglés)— dijo que Otis tenía “todos los ingredientes adecuados” para una rápida intensificación. Estos elementos incluyen las temperaturas cálidas de la superficie del mar, una capa profunda de agua cálida del océano, mucha humedad y una cizalladura vertical del viento relativamente baja. “Había condiciones para una rápida intensificación, pero en este momento es difícil decir por qué la rapidez y la magnitud de la intensificación fueron tan grandes”, dijo Braun.
Las discusiones sobre los pronósticos llevadas a cabo en el Centro Nacional de Huracanes señalaron algunas de estas condiciones y observaron que los modelos estadísticos mostraron una buena probabilidad de una rápida intensificación. “Un desafío clave para cualquier pronosticador es predecir el momento y la magnitud de una rápida intensificación”, dijo Braun. “Hacer esto es extremadamente difícil”.
Los datos recopilados por TROPICS ayudarán a los investigadores meteorológicos a aprender más sobre los factores ambientales que contribuyen a la estructura e intensidad de tormentas similares a Otis. Dicha información podría resultar útil para la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), el Centro Conjunto de Alerta de Tifones de Estados Unidos y las agencias internacionales responsables de desarrollar pronósticos de huracanes, tifones y ciclones.
Imagen del Observatorio de la Tierra de la NASA por Michala Garrison, utilizando datos de VIIRS obtenidos por el sistema EOSDIS/LANCE de la NASA, GIBS/Worldview y el Sistema Conjunto de Satélites Polares (JPSS, por sus siglas en inglés). Reportaje por Kathryn Hansen.
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