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Columnas de vapor y otros gases del volcán Villarrica de Chile fueron captados en esta fotografía tomada desde la Estación Espacial Internacional el 17 de enero de 2023. Los gases son producto de una serie de pequeñas explosiones que han estado ocurriendo en el Villarrica desde octubre de 2022.
Situado en los Andes a lo largo del sur de Chile, el Villarrica es uno de los volcanes más activos de Sudamérica. En el recuadro, se observa el vapor que sale del cráter del Villarrica. Una veta de ceniza es visible en el flanco oriental, cubierto de nieve, del volcán. En esta vista, el norte está hacia el lado derecho de la imagen.
El Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile (Sernageomin) informó acerca de pequeñas explosiones estrombolianas que han ocurrido a diario durante enero de 2023 y que han expulsado rocas brillantes hasta una altura de 100 metros (330 pies) por encima del borde del cráter. Un aumento en los sismos y las emisiones de dióxido de azufre a finales de octubre y principios de noviembre de 2022 llevó a Sernageomin a elevar el nivel de alerta de verde a amarillo el 8 de noviembre de 2022.
La actividad estromboliana de bajo nivel es común en el Villarrica. La actividad volcánica estromboliana lleva el nombre del volcán Stromboli en Italia, que es conocido por sus erupciones parecidas a fuegos artificiales.
“Las erupciones estrombolianas son cortas y duran minutos”, dijo Francisco Delgado, vulcanólogo de la Universidad de Chile. “Estas pequeñas erupciones basálticas ocurren cuando una gran burbuja de vapor de agua fragmenta la lava. Los fragmentos explotan en el aire y se solidifican como piroclastos”.
El Villarrica es uno de los volcanes más peligrosos en la zona volcánica de los Andes del sur de Chile y Argentina (en una latitud entre 33° S y 46° S) y, por lo general, entra en erupción cada tres a seis años. Su última gran erupción fue el 3 de marzo de 2015, cuando miles de personas evacuaron el área en un radio de 10 kilómetros (seis millas) alrededor de la montaña.
“Esa ha sido la erupción más grande desde 1985”, dijo Delgado, quien estudia los volcanes de los Andes meridionales utilizando tanto instrumentos en el terreno como sensores remotos.
Por lo general, una de las primeras señales de que un volcán se está volviendo inquieto es el levantamiento o la deformación del suelo. Delgado utiliza datos de radar de apertura sintética (SAR, por sus siglas en inglés) para medir la deformación del suelo causada por el movimiento del magma debajo del volcán. Al observar la diferencia entre la topografía de la superficie de dos períodos de tiempo diferentes, los científicos pueden saber cuánto está cambiando el suelo, que es un método llamado radar interferométrico de apertura sintética (InSAR, por sus siglas en inglés).
Los observatorios de volcanes utilizan la información sobre la deformación del suelo, junto con otras fuentes de datos, para establecer alertas de volcanes. Aunque en muchos casos la deformación del suelo precede a la actividad volcánica —como ocurrió antes de la erupción del Kilauea en 2018—, el Villarrica no mostró estas señales antes de la erupción de marzo de 2015.
“El Villarrica es más complicado”, dijo Delgado. Villarrica es un volcán de ventilación abierta, con un lago de lava expuesto en la cima, y el magma ascendente no suele estar asociado con la deformación. Para detectar el aumento del magma que precede a una erupción en el Villarrica, los datos sismológicos o de anomalías térmicas obtenidos con el Espectrorradiómetro de imágenes de resolución moderada (MODIS, por sus siglas en inglés) de la NASA pueden ser más efectivos.
Para el 31 de enero, el nivel de alerta del volcán seguía elevado en amarillo (el segundo nivel en la escala de cuatro colores).
La fotografía de astronautas ISS068-E-40596 fue adquirida el 17 de enero de 2023, con una cámara digital Nikon D5 utilizando una distancia focal de 420 milímetros. Fue proporcionada por la Instalación de Observación de la Tierra de la tripulación de la EEI y la Unidad de Ciencias de la Tierra y Teledetección del Centro Espacial Johnson (JSC, por sus siglas en inglés). La imagen fue tomada por un miembro de la tripulación de la Expedición 68. La imagen se ha recortado y realzado para mejorar el contraste, y se han eliminado los artefactos de la lente. El Programa de la Estación Espacial Internacional apoya a este laboratorio como parte del Laboratorio Nacional de la EEI para ayudar a los astronautas a tomar fotografías de la Tierra que sean del mayor valor para los científicos y el público, y para hacer que esas imágenes estén disponibles de forma gratuita en internet. Se pueden ver imágenes adicionales tomadas por astronautas y cosmonautas en el Portal a las Fotografías de la Tierra tomadas por Astronautas de NASA/JSC. Reportaje por Emily Cassidy.
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