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Como huellas de botas en la Luna, la nave espacial OSIRIS-REx de la NASA dejó su marca en el asteroide Bennu. Imágenes tomadas durante el sobrevuelo final de la nave espacial el 7 de abril revelan las marcas de su histórico encuentro con el asteroide.
La secuencia de imágenes anterior muestra cómo cambió la superficie local de Bennu después de que la nave espacial OSIRIS-REx realizara con éxito su maniobra de adquisición de muestras Touch-And-Go (TAG, o contacto y despegue) el 20 de octubre de 2020. La primera imagen fue tomada el 7 de marzo de 2019, por el instrumento PolyCam de la nave espacial, como parte de la campaña de mapeo global de la misión. La segunda imagen fue tomada el 7 de abril de 2021, como parte de una campaña de observación final para documentar el estado de la superficie después del TAG. El sitio de muestreo Nightingale está ubicado en el área relativamente clara justo encima del centro del cráter, visible en el centro de la imagen anterior. La gran roca oscura ubicada en el centro a la derecha mide 13 metros (43 pies) en su eje más largo.
La nave espacial voló a 3,7 kilómetros (2,3 millas) del asteroide, lo más cerca que ha estado desde el evento de recolección de muestras Touch-and-Go (TAG, o contacto y despegue) el 20 de octubre de 2020. Durante el TAG, el cabezal de muestreo de la nave espacial se hundió 48,8 centímetros (1,6 pies) en la superficie del asteroide y simultáneamente disparó una carga presurizada de gas nitrógeno, batiendo el material de la superficie y llevando un poco hacia la cámara de recolección. Los propulsores de la nave espacial también lanzaron rocas y polvo durante la maniobra para dar marcha atrás y alejarse del asteroide de manera segura.
La comparación de las dos imágenes revela signos obvios de alteración de la superficie. En el punto de recolección de la muestra parece haber una depresión, con varias rocas grandes evidentes en la parte inferior, lo que sugiere que fueron expuestas por el muestreo. Hay un aumento notable en la cantidad de material altamente reflectante cerca del punto del TAG contra el fondo usualmente oscuro de la superficie, y muchas rocas se movieron.
También es evidente un movimiento sustancial de masa en el área donde los propulsores dispararon contra la superficie. Los penachos de humo movieron varias rocas de menos de un metro, adquiriendo la forma de un anillo de fogata, similar a los anillos de rocas que se ven alrededor de pequeños cráteres en la superficie.
Jason Dworkin, el científico del proyecto de la misión en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, notó que una roca que medía 1,25 metros (4 pies) de ancho en el borde del sitio de muestreo parecía aparecer solo en la imagen posterior al TAG. "La roca probablemente pesa alrededor de una tonelada, con una masa que puede ir desde la de una una vaca hasta la de un automóvil".
Dante Lauretta, de la Universidad de Arizona e investigador principal de la misión, señaló más tarde que esta roca probablemente sea una de las que aparecen en la imagen anterior al TAG, pero mucho más cerca del lugar de muestreo, y estima que fue arrojada a una distancia de unos 12 metros (40 pies) por el evento de recolección de muestras.
Para comparar las imágenes del antes y el después, el equipo tuvo que planificar meticulosamente este sobrevuelo final. "Bennu es irregular y rocoso, así que si lo miras desde un ángulo diferente o captas una imagen de él en un momento en el que el Sol no está directamente encima, eso cambia drásticamente el aspecto de la superficie", dijo Dathon Golish, miembro del grupo de procesamiento de imágenes de OSIRIS-Rex, con sede en la Universidad de Arizona. "Estas imágenes fueron tomadas deliberadamente cerca del mediodía, con el Sol iluminando en vertical, cuando no hay tantas sombras".
"Estas observaciones no estaban en el plan de misión original, por lo que nos emocionaba regresar y documentar lo que habíamos hecho", dijo Golish. "El equipo realmente aunó esfuerzos para este último hurra".
La nave espacial permanecerá en las cercanías de Bennu hasta la salida el 10 de mayo, cuando la misión comenzará su viaje de dos años de regreso a la Tierra. A medida que se acerca a la Tierra, la nave espacial arrojará la cápsula de retorno de muestra (SRC, por sus siglas en inglés) que contiene la muestra de Bennu. La SRC luego viajará a través de la atmósfera de la Tierra y aterrizará con paracaídas en el campo de pruebas y entrenamiento de Utah, el 24 de septiembre de 2023.
Una vez recuperada, la cápsula será transportada a las instalaciones de conservación en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, donde la muestra se retirará para su distribución a laboratorios de todo el mundo, lo que permitirá a los científicos estudiar la formación de nuestro sistema solar y la Tierra como un planeta habitable. La NASA se quedará con el 75% de la muestra para que las generaciones futuras la estudien con tecnologías que aún no se han inventado.
La misión OSIRIS-REx es la primera misión de la NASA en visitar un asteroide cercano a la Tierra, estudiar su superficie y recolectar una muestra para traerla a la Tierra.
El Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, brinda la gestión general de misiones, ingeniería de sistemas y garantía de seguridad y de la misión para OSIRIS-REx. Dante Lauretta, de la Universidad de Arizona, Tucson, es el investigador principal, y la Universidad de Arizona también dirige el equipo científico, así como la planificación de la observación científica y el procesamiento de datos de la misión. Lockheed Martin Space en Denver construyó la nave espacial y proporciona operaciones de vuelo. Goddard y KinetX Aerospace son responsables de la navegación de la nave espacial OSIRIS-REx. OSIRIS-REx es la tercera misión del programa Nuevas Fronteras de la NASA, administrado por el Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la NASA en Huntsville, Alabama, para la Dirección de misiones científicas de la agencia en Washington, D.C.
Para obtener más información sobre OSIRIS-REx, visita: https://www.nasa.gov/osiris-rex