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El 29 de octubre de 2024, un ciclo de lluvias intensas inundó la provincia de Valencia, en el este de España. Las extensas y mortales inundaciones destruyeron la infraestructura y activaron esfuerzos masivos de búsqueda y rescate.
Los aguaceros siguieron produciéndose mientras un sistema meteorológico de gran altitud y baja presión permanecía estacionado sobre la región. Estos sistemas, conocidos como depresiones aisladas, o localmente por el acrónimo DANA, se desarrollan cuando los frentes fríos se encuentran con masas de aire cálido y húmedo y quedan aislados de la corriente en chorro. En los días posteriores a las inundaciones repentinas en Valencia, la lluvia continuó cayendo en las regiones costeras del este de España, así como en el sudoeste de ese país, causando aún más inundaciones e interrumpiendo el transporte, las clases y otras actividades.
Este mapa muestra los totales de acumulación de lluvia desde el 29 de octubre hasta el 4 de noviembre de 2024. Estos datos son estimaciones de teledetección que provienen de las Recuperaciones Multisatelitales Integradas para la GPM (IMERG, por sus siglas en inglés), un producto de la misión de Medición de la Precipitación Global (GPM, por su acrónimo en inglés), y pueden arrojar resultados diferentes de las mediciones terrestres. Por ejemplo, los datos de IMERG se promedian en cada píxel, lo que significa que las mediciones de pluviómetro dentro de un píxel determinado pueden ser significativamente más altas o más bajas que el promedio.
Las mediciones terrestres realizadas por la Agencia Estatal de Meteorología de España (AEMET) indicaron que, solo el 29 de octubre, los totales de las precipitaciones superaron los 300 milímetros (12 pulgadas) de lluvia en algunas zonas de la provincia de Valencia. Unos días después, el 1 de noviembre, la provincia de Huelva, en el sudoeste de España, registró lluvias torrenciales; en la ciudad de Cartaya cayeron 134 milímetros (cinco pulgadas) en un lapso de 12 horas. AEMET también emitió avisos y reportó fuertes tormentas a lo largo de la costa mediterránea los días 2 y 3 de noviembre.
Más adelante, las fuertes precipitaciones migraron hacia el norte, y cayeron 150 milímetros (seis pulgadas) de lluvia en Barcelona al mediodía del 4 de noviembre. El aeropuerto de Barcelona canceló y desvió vuelos ese día debido a las inundaciones, y también se suspendieron los servicios de trenes y las clases escolares.
Los sistemas meteorológicos de baja presión son típicos de esta región en otoño porque las intrusiones de aire frío del Ártico se encuentran con el calor superficial que queda del verano mediterráneo. En septiembre de 2023, sistemas de tormentas del mismo tipo inundaron España y Grecia.
Imagen del Observatorio de la Tierra de la NASA por Michala Garrison, utilizando datos de IMERG de la Misión de Precipitación Global (GPM) de la NASA/GSFC. Reportaje por Lindsey Doermann.
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