¿Qué tiene que ver la NASA con el cambio climático?

Cuando las personas piensan en la NASA, pueden pensar en rovers en Marte, astronautas flotando a bordo de la Estación Espacial Internacional o sondas que se desvían hacia el borde del sistema solar. Es posible que no vinculen necesariamente a la NASA con la investigación y las observaciones climáticas. Pero la Tierra también es un planeta, y la NASA es uno de los protagonistas más importantes en el campo de las ciencias de la Tierra, con una amplia experiencia en la observación de nuestro clima, especialmente desde el punto de vista del espacio. Hoy destina más de mil millones de dólares al año en ciencias de la Tierra y tiene más de una docena de satélites en órbita alrededor del planeta observando el océano, la tierra, el hielo, la atmósfera y la biosfera.

NASA Earth Fleet infografia
La NASA tiene más de una docena de naves/instrumentos de ciencias de la Tierra en órbita que estudian todos los aspectos del sistema de la Tierra (océanos, tierra, atmósfera, biosfera, criósfera), con varios más planeados para ser lanzados en los próximos años.
NASA

La NASA ha estado estudiando la Tierra desde que lanzó su primer satélite meteorológico (TIROS) en 1960. También fue una época en la que las personas comenzaban a darse cuenta de que nuestro clima podría cambiar relativamente rápido, en la escala de la vida humana. Hoy sabemos que nuestro clima está cambiando rápidamente y que los seres humanos son una parte clave de ese cambio. La NASA continúa lanzando nuevas misiones satelitales y también depende de aviones (tripulados y no tripulados), así como de científicos en tierra, para tomar medidas vitales de aspectos como la capa de nieve y los huracanes, aumentando la vista general que obtenemos desde el espacio.

El papel de la NASA es hacer observaciones de nuestro sistema terrestre que puedan ser utilizadas por el público, los investigadores y los legisladores y para apoyar decisiones estratégicas. Su trabajo es hacer ciencia de modo riguroso. Sin embargo, la agencia no promueve políticas climáticas particulares.