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Incendios arrasan Los Ángeles

Imagen de satélite de la NASA del humo del incendio de Palisades en enero de 2025. A la derecha se ve la costa de California. Una larga columna de humo gris se extiende desde la zona de Los Ángeles hasta las aguas azul oscuro del océano Pacífico.

Múltiples incendios destructivos se encendieron en las colinas del condado de Los Ángeles a principios de enero de 2025. El 8 de enero ardían varios grandes incendios forestales, potenciados por un paisaje seco y vientos con rachas de hasta 160 kilómetros por hora. Las llamas han destruido miles de estructuras y han obligado a las autoridades a emitir órdenes de evacuación en varias partes del condado.

Uno de los incendios provocados por el viento comenzó en la mañana del 7 de enero, cerca del barrio de Pacific Palisades. La imagen de abajo, adquirida por el satélite Sentinel 2 de la ESA (Agencia Espacial Europea), muestra el incendio de Palisades a las 10:45 a.m., hora del Pacífico, del 7 de enero, poco después de que se encendiera.

Esa misma tarde, cuando el instrumento Espectrorradiómetro de imágenes de resolución moderada (MODIS, por sus siglas en inglés) del satélite Aqua de la NASA captó la imagen de arriba, el humo seguía emanando del incendio de Palisades hacia el océano Pacífico. En la tarde del 8 de enero, se había desplazado hacia el oeste por la autopista de la costa del Pacífico en dirección a Malibú, calcinando más de 44 km2, según Cal Fire (el Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California).

Una vista detallada de Palisades captada por el satélite Sentinel-2 de la ESA a las 10:45 a.m., hora del Pacífico, del 7 de enero, poco después de que el incendio comenzara.

La noche del 7 de enero, el incendio Eaton comenzó a arder hacia el interior de la región, en Altadena, al norte del centro de Los Ángeles. El fuego se extendió rápidamente a más de 10.000 acres, quemando partes de Pasadena y Altadena. Esa misma noche, otro gran incendio, Hurst, empezó en San Fernando.

Los potentes vientos de Santa Ana y la falta de lluvias crearon condiciones meteorológicas “críticas” para los incendios en el sur de California, según el Servicio Meteorológico Nacional. Los vientos de Santa Ana suelen producirse entre octubre y enero, cuando se acumula un gradiente de presión entre la Gran Cuenca, al este, y el frío océano Pacífico, al oeste. Este patrón meteorológico envía vientos secos y racheados que descienden por las laderas de las cadenas montañosas del interior, atraviesan estrechos cañones montañosos y se dirigen hacia la costa.

Aunque las condiciones ventosas son típicas de esta época del año, la falta de lluvia contribuyó a las peligrosas condiciones propicias para incendios. Desde octubre, en el sur de California no ha llovido prácticamente nada y, según el climatólogo Daniel Swain, la región ha experimentado el comienzo de invierno más seco jamás registrado. El aeropuerto de Los Ángeles, por ejemplo, registró 0,08 centímetros (0,03 pulgadas) de lluvia desde el 1 de octubre —el comienzo del año hidrológico en el estado—, lo que lo convierte en el comienzo de año hidrológico más seco de la zona en un registro mantenido por el Servicio Meteorológico Nacional que se remonta a 1944.

Imágenes del Observatorio de la Tierra de la NASA por Wanmei Liang, utilizando datos de MODIS de los sistemas LANCE/EOSDIS de la NASA y GIBS/Worldview, y datos modificados del satélite Copernicus Sentinel (2025) procesados por la ESA (Agencia Espacial Europea). Reportaje por Emily Cassidy.

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Última Actualización
Jan 10, 2025
Editor
Equipo de redacción de Ciencia