El Resplandor de Da Vinci
Hace 500 años, Leonardo Da Vinci resolvió un antiguo enigma astronómico: el misterio del brillo de la Tierra.
Octubre 4, 2005: Cuando usted piensa en Leonardo Da Vinci, probablemente piense en la Mona Lisa o los submarinos del siglo XVI o, quizá, en una cierta novela de suspenso. Todo eso es de la vieja escuela. Desde ahora, piense en la Luna.
Se puede observar el brillo de la Tierra cuando hay luna creciente en el horizonte al ponerse el Sol. El jueves 6 de octubre, es una buena noche: ver mapa celeste. Busque entre los cuernos de la creciente una imagen fantasmal de la Luna llena. Eso es el brillo de la Tierra
Derecha: Una Luna creciente con Brillo Terrestre sobre el Parque Nacional de Yosemite en Octubre de 2004. Crédito foto: Andy Skinner.
Durante miles de años los humanos se han maravillado de la belleza de este "resplandor ceniciento", o "la luna vieja en los brazos de la luna nueva". Pero ¿qué era? Nadie lo sabía hasta el siglo XVI cuando Leonardo resolvió el misterio.
En 2005, después del Apolo, la respuesta puede parecer obvia. Cuando el Sol se pone en la Luna, ésta se oscurece pero no completamente. Hay todavía una fuente de luz en el cielo: la Tierra. Nuestro propio planeta ilumina la noche lunar con un brillo 50 veces mayor que una luna llena, produciendo el resplandor ceniciento.
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Visualizar esto en los años 1500 requería una imaginación desbordante. Nadie había estado nunca en la Luna y mirado "hacia" la Tierra. La mayoría de la gente ni siquiera sabía que la Tierra orbitaba el Sol. (La teoría heliocéntrica de Copérnico no fue publicada hasta 1543, veinticuatro años después de la muerte de Leonardo).
Imaginación desbordante era una cosa que Leonardo tenía en abundancia. Sus cuadernos de notas están llenos de bocetos de máquinas voladoras, tanques militares, escafandras autónomas y otros dispositivos fantásticos adelantados en siglos a su tiempo. Incluso diseñó un robot: un caballero armado que podía sentarse, agitar sus brazos, y mover su cabeza mientras abría y cerraba una mandíbula anatómicamente correcta.
Para Leonardo, el brillo de la Tierra era un enigma atractivo. Como artista, estaba vivamente interesado en la luz y la sombra. Como matemático e ingeniero, era aficionado a la geometría. Todo lo que restaba era un viaje a la Luna. Era un viaje mental:
Derecha: Leonardo hizo este boceto de una Luna creciente con brillo terrestre. Aparece en el Códice Leicester. [Más Información]
Él estaba equivocado en dos cosas:
La primera, la Luna no tiene océanos. Cuando los astronautas del Apolo 11 aterrizaron en el Mar de la Tranquilidad, caminaron sobre roca. Los "mares" lunares están hechos de antigua lava endurecida, no de agua.
Lo segundo, los océanos de la Tierra no son el origen principal del brillo terrestre. La Tierra brilla por que refleja la luz solar, y las nubes reflejan la mayor parte. Cuando los astronautas del Apolo miraron a la Tierra, los océanos estaban oscuros y las nubes eran brillantes.
Pero esto son minucias. Leonardo comprendió lo básico bastante bien.
Arriba: Una imagen de la Tierra tomada por los astronautas del Apolo 11. Desde la Luna, la Tierra es cuatro veces más ancha que el Sol y unas 50 veces más brillante que la Luna llena. [Más Información]
En las próximas décadas, los humanos viajarán en persona a donde la imaginación de Leonardo fue hace 500 años. La NASA planea enviar astronautas de vuelta a la Luna no más tarde del año 2018. A diferencia de los astronautas de las misiones Apolo, que permanecieron sólo unos pocos días, estos nuevos exploradores permanecerán en la Luna durante semanas y meses. En el proceso, experimentarán algo que los astronautas del Apolo nunca hicieron: el anochecer. Un día lunar dura 29,5 días de la Tierra: unos 15 días terrestres de luz, seguidos por 15 de oscuridad. Los astronautas de las Apolo siempre aterrizaron a la luz del día y partieron de nuevo antes del anochecer. Debido al brillante Sol, nunca vieron el suave halo del brillo terrestre en sus pies. Pero la próxima generación de astronautas lo hará.
Y sólo quizá, durante un paseo nocturno detrás de la base, guiado por la suave luz de la Tierra, uno de ellos se agachará y escribirá en el polvo lunar:
"Leonardo estuvo aquí".