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Nubes celulares frente a las costas de Chile

Imagen de satélite de nubes blancas que parecen bolas de algodón rodeadas de otras nubes que forman un patrón similar a un panal de abejas con el agua azul del océano debajo.
25 de agosto de 2022

Las nubes estratocúmulos marinas son relativamente bajas en altitud (por debajo de unos 1,6 kilómetros, o 1 milla) y por lo general son demasiado grandes para distinguirlas completamente desde abajo. Pero las observaciones desde arriba, realizadas por satélites que orbitan a cientos de kilómetros sobre la superficie de la Tierra, han expuesto la impresionante cobertura de estas nubes, así como sus atractivas formas y patrones.

El Espectrorradiómetro de imágenes de resolución moderada (MODIS, por sus siglas en inglés) a bordo de los satélites Terra y Aqua de la NASA ha ayudado a los meteorólogos a determinar que las nubes estratocúmulos marinas son relativamente comunes. En promedio, cubren cerca del 23 por ciento de los océanos del mundo, o alrededor del 15 por ciento de la superficie total de la Tierra.

Las nubes estratocúmulos marinas organizadas, que son una subcategoría de las nubes estratocúmulos marinas que se encuentran en las latitudes medias y subtropicales, adoptan dos formas: células abiertas y células cerradas. Las nubes de células abiertas aparecen como delgadas hilachas alrededor de bolsas de aire vacías (las “células”) y no bloquean mucha de la radiación del Sol. Las nubes de células cerradas tienen un aspecto más denso y esponjoso y sin centros abiertos, lo que les permite reflejar más radiación solar hacia el espacio. Ambos tipos de nubes son ocasionadas por parcelas de aire caliente que ascienden, se expanden, se enfrían y se condensan en pequeñas gotas de líquido visibles. En las nubes de células abiertas, el aire frío se hunde en el centro vacío mientras que el aire caliente sube a lo largo de los bordes; en las nubes de células cerradas, el aire caliente sube por el centro y el aire frío se hunde por los bordes.

Podría parecer contradictorio, pero son las nubes de células abiertas las que generan las precipitaciones, mientras que las nubes de células cerradas producen poca o ninguna lluvia. Esto contribuye a la tendencia de las nubes de células abiertas a descomponerse en unas pocas horas, mientras que las nubes de células cerradas pueden conservar su forma hasta por medio día. Los sistemas de células cerradas también tienen más probabilidades de formarse sobre áreas más frías del océano, mientras que es más probable que se formen sistemas de células abiertas sobre áreas oceánicas con una circulación más fuerte.

Estudios recientes han encontrado que la calidad del aire local puede afectar la formación de nubes de células abiertas y cerradas. Las partículas de humo y polvo, y los aerosoles de los barcos y las fábricas pueden iniciar una transición entre estos tipos de nubes.

El 25 de agosto de 2022, el instrumento MODIS a bordo del satélite Terra de la NASA adquirió esta imagen (arriba) de nubes de células abiertas y cerradas a unos 1.600 kilómetros (1.000 millas) al oeste de las costas de Chile. Según los científicos, la estructura de los sistemas de nubes de células cerradas captados aquí parece más o menos triangular, y estos son más grandes de lo que es típico en los sistemas de nubes celulares de la atmósfera baja. Esto podría deberse a inestabilidades atmosféricas, lluvia u otras variaciones en la atmósfera sobre esta área del océano Pacífico. Las imágenes para el video de la secuencia fotográfica fueron adquiridas ese día con el Generador avanzado de imágenes de base (ABI, por sus siglas en inglés) a bordo del Satélite Geoestacionario Operacional Ambiental de Estudio del Medio Ambiente 17 (GOES 17). GOES 17 es operado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés); la NASA colabora con el desarrollo y el lanzamiento de la serie de satélites GOES.

El 25 de agosto, grandes bancos de nubes de células abiertas y cerradas de aspecto similar salpicaron las costas occidentales de América del Norte y del Sur. Las costas occidentales de los continentes son particularmente favorables para la formación de estos bancos de nubes porque las temperaturas del océano son más bajas en relación con otras áreas en la misma latitud, y la atmósfera es más estable cerca de grandes masas de tierra.

Durante los días siguientes, MODIS observó que se formaban y se dispersaban nuevas bolsas de nubes de células abiertas y cerradas frente a las costas de América del Sur. Una mejor comprensión de las formas y de la formación de los sistemas de nubes en la atmósfera baja contribuye a nuestra capacidad para predecir mejor el tiempo meteorológico y mejorar la precisión de los modelos climáticos.

Imagen y video del Observatorio de la Tierra de la NASA por Joshua Stevens, utilizando datos de MODIS de EOSDIS/LANCE y GIBS/Worldview de la NASA, y datos del satélite GOES 17 de NOAA y los Centros Nacionales para la Información Ambiental (NCEI). Reportaje por Hannah Richter, con información de Terence Kubar (Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA).

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