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Laura Delgado López, entre el arte y la política espacial

A los 15 años, Laura Delgado López pensaba que sería artista a tiempo completo. Había descubierto casi por accidente el pirograbado -una técnica para tallar madera con fuego- y tenía un certificado de artesana que le permitía vender su arte en ferias, en Puerto Rico. “Me acuerdo de ir con mis padres a los aserraderos de madera local, sitios bien difíciles de llegar en las montañas de la isla”, cuenta Delgado López. El espacio y la NASA no eran parte del plan.

Su hogar estaba en Trujillo Alto, al noreste de Puerto Rico, pero su vida transcurría en una variedad de escenas de la isla: pueblos pequeños, urbes grandes, zonas rurales. Por eso no ata su identidad a un lugar concreto: “Puerto Rico es tan chiquito, pero tiene todas esas facetas”, dice Delgado López, que desde pequeña entendió que el mundo era mucho más grande de lo que la rodeaba.

Pirograbado, arte de Laura Delgado López
Durante la pandemia por coronavirus Delgado López ha retomado su arte, que incluye pintar con lápices de colores, caligrafía y pirograbado o grabado en madera con fuego, como el que se ve en la imagen.
Laura Delgado López

“Siempre me imaginaba en otro sitio”, cuenta. De niña soñó con ser cartera, exploradora, arqueóloga. Estaba segura de querer una carrera que le permitiera viajar y rodearse de gente de la que aprender a diario. “El trabajo me ha dado esa oportunidad”, dice Delgado López, que durante los últimos 12 años se ha desempeñado en diferentes roles en el sector de la política espacial, el área de política pública relacionada con los vuelos espaciales y el uso del espacio exterior.

Desde diciembre de 2018, es analista de política pública en la Dirección de misiones científicas en la sede de la NASA en Washington, D.C.

Retrato Laura Delgado López
Laura Delgado López descubrió su interés por la política espacial casi por accidente. Cuenta que fue navegando sus decisiones de educación y profesionales siendo honesta consigo misma respecto a sus intereses: le gusta escribir (desde cuentos de ficción a artículos académicos), el aspecto internacional y querer aprender cosas nuevas a diario.
NASA / Joel Kowsky

Como al pirograbado, Delgado López descubrió el campo de la política espacial casi por accidente. Se había decidido por ciencias políticas y cursaba la carrera en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras cuando hizo una pasantía en Washington, D.C.. Ahí conoció el campo de la política espacial y la ciudad que sería su hogar.

Volvió a D.C. para cursar en la Universidad de George Washington un máster en política científica e internacional con una especialización en política espacial. Desde entonces, ha trabajado en el sector privado, en el no gubernamental y ahora, en el sector público.

En la NASA, forma parte de un equipo que brinda apoyo a las cerca de cien misiones científicas robóticas de la agencia para “explicar el porqué y el cómo” de estas misiones. Le gusta pensar en su rol como el de una traductora, actuando como un puente entre las diversas audiencias que toman parte e influyen las actividades espaciales: los investigadores de la agencia, los legisladores, Casa Blanca, y expertos en el sector privado y académico.

Ayuda a la NASA a asegurarse de seguir las políticas, leyes y regulaciones que afectan estas actividades. “Pero también de que estamos teniendo un impacto en esas mismas políticas, informando acerca de los últimos descubrimientos que hacen nuestros científicos”, explica.

Una de las misiones que más la entusiasman es Mars Sample Return, una misión sin precedentes para traer a la Tierra muestras de Marte recolectadas por el rover de la NASA Perseverance. En 2020, Delgado López fue subgerente de revisión para un análisis independiente que encargó la Dirección de misiones científicas de la agencia. Este grupo de expertos de diferentes disciplinas evaluó la misión “de pies a cabeza,” una experiencia que destacó para ella tanto lo fascinante como lo sumamente complejo de esta misión.

Concepto artístico Mars Sample Return
La política pública en torno a la misión de retorno de muestras de Marte (propuesta para regresar muestras en la década de 2030) tiene que ser flexible, resiliente a los cambios en la ciencia que puedan tener lugar en el futuro. “Eso tiene mucho que ver como con esa actitud de curiosidad científica de saber que algo que descubramos hoy puede que tenga que cambiar”, explica Delgado López.
NASA/JPL-Caltech (concepto artístico)

La misión, en colaboración con la Agencia Espacial Europea, se propone enviar en la década de 2030 muestras de la superficie, permitiendo a los científicos entender aspectos críticos de las condiciones en el planeta rojo. También podrá ayudar a responder a la pregunta fundamental de si alguna vez hubo vida en Marte. En el proceso, también tendrá un gran impacto en políticas relacionadas con cómo enviar a la Tierra muestras de otros planetas y otras partes del universo de forma segura, señala la analista.

También destaca las misiones de observación de la Tierra. Como Landsat, una serie de satélites de la NASA y el Servicio Geológico de los Estados Unidos a punto de cumplir medio siglo.

“Hablar sobre los astronautas y la inspiración que dan a niños en todas partes del mundo es bien importante, pero también lo es señalar descubrimientos científicos que se han hecho gracias a estos satélites”, dice la analista. Por ejemplo, nuestro entendimiento del cambio climático. “Es en gran parte gracias a la capacidad de observar estos cambios a gran escala por décadas, gracias a los satélites”.

Concepto artístico de Landsat 9
La NASA acaba de lanzar el más reciente satélite de la serie Landsat 9, una misión conjunta con el Servicio Geológico de los Estados Unidos. Como analista de política pública, Delgado López trabajó en el aspecto de la colaboración entre agencias de esta misión. Los satélites de observación de la Tierra “nos van a ayudar a seguir entendiendo el planeta y estas dinámicas tan complejas que luego impactan a cada ciudadano de una forma tan directa”.
Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA / Laboratorio de imágenes conceptuales

Internacional y diversa

Aunque pequeña, la comunidad espacial global es internacional y abierta por naturaleza, y eso es lo que más le atrae a Delgado López. Dice que quizás por eso nunca se ha sentido fuera de sitio aunque esté lejos de casa. “Tengo la dicha de que puedo representarme como yo soy, y puedo hablar español y me puedo traer mi arte y mi música y todo lo que me apasiona”, dice.

Y ahora que el espacio es más internacional que nunca, señala la importancia de que también sea más diverso. “Me entusiasma mucho la idea de que esa diversidad va a seguir creciendo y de que voy a estar caminando por los pasillos de la NASA y a conocer gente de todas partes del mundo”.

Dejar Puerto Rico y mudarse sola a D.C. fue un gran paso en su carrera, pero no fue fácil. “Los primeros cumpleaños los pasé sola. Me acuerdo de eso ahora y me da un poquito de tristeza”, cuenta la analista. Poco a poco encontró colegas que se convirtieron en amigos, y amigos que se han convertido en familia. “De afuera se vería como que tuve muchas certezas. No, tenía miedo a todo momento”, explica. “Lo que pasa es que uno lo hace, después evalúa, se recoge y lo corrige”.

Ocupada en la tarea de “sobrevivir”, cuando llegó a D.C. también abrió un largo paréntesis en su arte. Volvió a él durante la pandemia por COVID-19, con pirograbados, caligrafía y dibujo con lápices de colores. “Pude retomar esa parte de mi personalidad, no solo como algo que puedo hacer cuando me sobra tiempo, sino como algo para lo que tengo que hacer el tiempo porque es parte de mí”.

A diferencia del trabajo en política espacial, en el que el resultado final no es un punto definido y el proceso es más bien “un ciclo”, cada pieza artesanal termina en un producto final concreto. “Y al final el proceso es lo que me da la satisfacción”, explica. “De hecho”, agrega, “yo termino la pieza y me aburre, porque no puedo hacer más nada. La veo y pienso, ¿y qué viene ahora?”.

Por Noelia González

Centro de Vuelo Espacial Goddard, Greenbelt, Maryland