Publicado: 
03 de abril de 2017

La NASA adopta pequeños satélites

Los primeros satélites de la Era Espacial eran pequeños. Por ejemplo, Sputnik solo pesaba 835,97 kilogramos (184,3 libras). El primer satélite de los Estados Unidos, Explorer 1 (Exlorador 1, en idioma español), era mucho más pequeño, pesando alrededor de 13,60 kilogramos (30 libras).

A como paso el tiempo, se construyeron satélites más grandes que podia acomodar sensores con más capacidades, pero gracias a la miniaturización y a las nuevas capacidades de la tecnología, lo pequeño está nuevamente de moda.

La NASA es una de las muchas agencias gubernamentales, y organizaciones comerciales que están adoptando muchos diseños de satélites pequeños, desde los diminutos CubeSat hasta los micro-satélites. ¡Un CubeSat básico posee lados de 10,16 centímetros (4 pulgadas) y pesa apenas unos pocos kilos!

Un CubeSat se puede colocar en su lugar de varias maneras diferentes. Puede ser un “autoestopista” volando al espacio a bordo de un cohete cuyo propósito principal es lanzar un satélite de tamaño tradicional. O se le puede poner en órbita desde la Estación Espacial Internacional. Recientemente, los astronautas utilizaron esta técnica cuando desplegaron el Espectrómetro Solar de Rayos X en Miniatura (Miniature X-Ray Solar Spectrometer, o MinXSS, por su acrónimo en idioma inglés), un CubeSat que estudia las erupciones solares.

En el año 2018, la NASA planea lanzar un CubeSat con el fin de estudiar Partículas Solares (CuSP). Viajara a orbita terrestre de “autoestopista” durante un vuelo de prueba no tripulado del Sistema de Lanzamiento Espacial (Space Launch System, en idioma inglés), de la NASA.

CuSP serviría como una pequeña “boya para las condiciones meteorológicas en el espacio”.

Eric Christian, quien es el científico principal de CuSP en el Centro Goddard para Vuelos Espaciales (Goddard Space Flight Center, en idioma inglés) de la NASA, ubicado en Greenbelt, Maryland, afirma: “Ahora mismo, con nuestra flota actual de satélites grandes, estamos intentando comprender las condiciones meteorológicas de todo el océano Pacífico con apenas un puñado de estaciones meteorológicas. Tenemos que reunir datos de más lugares”.

En ciertas áreas de la ciencia, tener una mayor cantidad de misiones más baratas brindará una poderosa oportunidad para entender realmente un ambiente determinado. Christian dice: “Si tuvieras, por ejemplo, 20 CubeSat en diferentes órbitas, podrías comenzar a entender verdaderamente el medio ambiente espacial en tres dimensiones”.

Científicos de la NASA está adoptando este enfoque de utilizar una constelación de sensores para investigar los detalles de una área grande; para ello, se valen de una cantidad de misiones recientemente lanzadas y de futuras misiones.

El Sistema de Satélites de Navegación Global para Ciclones (Cyclone Global Navigation Satellite System, o CYGNSS por sus siglas en inglés) fue lanzado en diciembre de 2016. El CYGNSS utiliza ocho micro-satélites con el fin de medir los vientos de superficie del océano dentro y cerca del ojo de ciclones, tifones y huracanes tropicales con el propósito de conocer su rápida intensificación. Cada uno de estos micro-satélites pesan alrededor de 29,48 kilogramos (65 libras) y es más grande que un CubeSat, pero aun asi muy pequeño comparado con los diseños de los satélites tradicionales.

Además, recientemente se comenzaron los lanzamiento de las primeras cuatro missiones seleccionadas del programa Validación de Tecnologías Científicas para la Tierra en el Espacio (In-Space Validation of Earth Science Technologies, o InVEST, por sus siglas en inglés). El objetivo del programa InVEST es validar nuevas tecnologías en el espacio antes de utilizarlas en una misión científica.

RAVAN (Radiometer Assessment using Vertically Aligned Nanotubes, o Evaluación Radiométrica utilizando Nanotubos Alineados Verticalmente, en idioma español), el primero de los CubeSat del InVEST, fue lanzado en noviembre de 2016 con el fin de demostrar una nueva manera de medir la radiación reflejada por la Tierra. Las próximas tres misiones de InVEST que serán lanzadas, HARP (Hyper-Angular Rainbow Polarimeter, o Polarímetro Hiperangular del Arco Iris, en idioma español), IceCube (Cubo de Hielo, en idioma español) y MiRaTA (Microwave Radiometer Technology Acceleration, o Aceleración de la Tecnología del Radiómetro de Microondas, en idioma español), demostrarán tecnologias que puedan sentar las bases para que futuros satélites midan las nubes y los aerosoles que están suspendidos en la atmósfera terrestre, examinen el papel que desempeñan las nubes heladas en el cambio climático, y reúnan datos sobre la temperatura atmosférica, el vapor de agua y el hielo en las nubes a través de sensores remotos, respectivamente.

El Directorado de Misiones Científicas (SMD, por su siglas en inglés) de la NASA, busca desarrollar CubeSats científicos que trasciendan todas las misiones científicas de la NASA a través del Programa de la Iniciativa CubeSat del SMD.

Andrea Martin, una especialista en comunicaciones, de la Oficina de Tecnología para Ciencias Terrestres (Earth Science Technology Office, en idioma inglés) de la NASA, considera que este es apenas el comienzo. Ella dice: “Los CubeSat podrían volar en formación, conocida como constelación, haciendo visitas rápidas repetidas para captar mejor los procesos de la dinámica de la Tierra. Múltiples CubeSats también podrían tomar mediciones complementarias que resultan inalcanzables para una misión de mayor tamaño”. Ella imagina grandes cosas para estos pequeños satélites en el futuro.

Para obtener más noticias sobre los CubeSat y otras tecnologías de vanguardia de la NASA, manténgase conectado con ciencia.nasa.gov.