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Golfo de Guacanayabo en Cuba

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Vista del Golfo de Guacanayabo, captada por el Generador operacional de imágenes de tierra (OLI por sus siglas en inglés) a bordo del satélite Landsat 8. el 14 de enero de 2020. Crédito: NASA/ Lauren Dauphin, utilizando datos de Landsat del Servicio Geológico de EE.UU.

Nota del editor: Esta imagen es la respuesta al rompecabezas de junio de 2020 del Observatorio de la Tierra.

Alrededor de una cuarta parte de las especies marinas del planeta dependen del alimento y refugio proporcionado por los arrecifes de coral tropicales, un hábitat que comprende solo un uno por ciento del fondo oceánico. Casi el 8 por ciento de estos arrecifes se puede encontrar en el Mar Caribe, incluyendo éste, visible cerca de la costa sur de Cuba.

La imagen se adquirió el 14 de enero de 2020, con el Generador operacional de imágenes de tierra (OLI por sus siglas en inglés) a bordo del satélite Landsat 8. El arrecife, conocido como el Gran Banco de Buena Esperanza, creció formando una compleja estructura, sustentando especies de coral que se han adaptado al entorno turbio y fangoso del Golfo de Guacanayabo, el Gran Banco de Buena Esperanza se extiende entre 25 hasta 40 kilómetros en el área central de la bahía. El patrón del arrecife es "reticulado", es decir, los corales crecieron formando una red laberíntica de crestas intercaladas con estanques y canales.

Observa cómo el arrecife de coral aparece en color verde claro contrastando con el agua verdeazulada más oscura del golfo. Éstas son las cimas de empinadas crestas donde los arrecifes han crecido hasta 25 metros por encima del nivel del fondo marino. Los arrecifes se extienden otros 50 metros bajo el lecho marino moderno. Durante miles de años, los sedimentos se han acumulado y dejado dos tercios de la estructura sepultada bajo barro, arena y arcilla. Muchos de esos sedimentos son transportados hasta la bahía desde la desembocadura del río Cauto, el río más largo de Cuba.

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Vista del Río Cauto, captada por el Generador operacional de imágenes de tierra (OLI por sus siglas en inglés) a bordo del satélite Landsat 8. el 14 de enero de 2020. Crédito: NASA/ Lauren Dauphin, utilizando datos de Landsat del Servicio Geológico de EE.UU.

La segunda imagen, también adquirida el 14 de enero por el satélite Landsat 8, muestra una vista detallada del Río Cauto. Con el tiempo, los sedimentos del río formaron un delta (el más grande de Cuba), que se ha convertido en una red de estuarios, lagunas, humedales y pantanos. Los nutrientes provenientes del delta ayudan a que el Golfo de Guacanayabo sea una zona productiva para la pesca.

En 2002, el delta del río Cauto fue designado sitio Ramsar, un ecosistema designado por la Convención sobre Humedales como de importancia internacional. El delta es el hogar de numerosas especies de manglares, así como del periquito cubano, en peligro de extinción, y del pato silbón cubano o suirirí yaguaza.

Escrito por Kathryn Hansen.
Versión en inglés.