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Glaciares andinos pierden una capa de protección

Glaciares en los Andes centrales desde el espacio.
28 de noviembre de 2021
Glaciares en los Andes centrales desde el espacio.
15 de enero de 2022

Las cordilleras de los Andes centrales suelen estar cubiertas de nieve durante gran parte del verano. Estos brillantes mantos blancos no son solo escénicos; también son protectores. La nieve fresca es altamente reflectante, por lo que evita que el hielo del glaciar subyacente absorba la energía del Sol, se caliente y se derrita.

Este año, el calor extremo eliminó esos mantos protectores de las cimas de las montañas, creando las condiciones para el rápido derretimiento de los glaciares. “Los glaciares descubiertos se derriten más rápido porque la falta de la cubierta de nieve expone el hielo, que es más oscuro y típicamente está cubierto de tierra, polvo y escombros que absorben más calor”, explicó Mauri Pelto, glaciólogo del Nichols College. “Cuando los glaciares pierden su cubierta de nieve acumulada, son mucho más vulnerables”.

La nieve en las montañas típicamente retrocede lentamente, mientras que los glaciares permanecen cubiertos en su mayor parte hasta mediados de verano. Pero en el verano austral de 2022, una ola de calor a principios de la estación ocasionó que muchos glaciares en los Andes centrales perdieran su nieve inusualmente temprano. Las temperaturas se elevaron a 40 °C (104 °F) en enero de 2022, derritiendo rápidamente la nieve acumulada en varios glaciares y exponiendo un hielo más oscuro y sucio.

El par de imágenes de arriba tomadas por el Generador operacional de imágenes de tierra (OLI, por sus siglas en inglés) a bordo del satélite Landsat 8 destacan lo rápido que la ola de calor eliminó la nieve de un grupo de glaciares a unos 50 kilómetros (30 millas) al este de San Fernando, Chile. La imagen de la izquierda muestra un manto brillante y reflectante de nieve fresca en Universidad, Cortaderal y otros glaciares cercanos el 28 de noviembre de 2021. Para el 15 de enero de 2022, casi el 90 por ciento de la cubierta de nieve había desaparecido y las líneas oscuras de las morrenas laterales y medias, ricas en escombros, dominaban la vista.

“Desafortunadamente para estos glaciares, la ola de calor llegó a principios del verano”, dijo Pelto. “El hielo quedó expuesto sin filtro solar durante dos meses y medio hasta que las nieves llegaron de nuevo a finales de marzo”.

Décadas de monitoreo satelital indican que estos glaciares están retrocediendo. El frente del glaciar Cortaderal, por ejemplo, ha retrocedido 1.300 metros (casi 1 milla) desde 2014.

Las investigaciones indican que las olas de calor extremas de verano, como esta, se están volviendo más intensas y frecuentes en América del Sur y otras partes del mundo a medida que cambia el clima. Es probable que también hayan contribuido a la tendencia hacia montañas más oscuras y menos nevadas en los Andes centrales, algo que los científicos han observado en las imágenes diarias de satélites obtenidas desde 2000 hasta el presente.

“Simplemente, los glaciares no son compatibles con las olas de calor recurrentes, y su intensidad y frecuencia está aumentando”, escribió Pelto en su blog, From a Glacier 's Perspective (Desde la perspectiva de un glaciar). “Este año, por 34.° año consecutivo, el volumen de los glaciares montañosos disminuirá; su modelo de negocios no es sostenible con nuestro clima”.

Imágenes del Observatorio de la Tierra de la NASA por Joshua Stevens, utilizando datos de Landsat del Servicio Geológico de Estados Unidos. Reportaje por Adam Voiland.

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